La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Preguntas

¿Y la responsabilidad de Miguel Ángel Gómez, qué?

Al Real Valladolid sólo le queda recoger el acta de descenso. Es un mero trámite que se consumará este sábado en el encuentro ante el Atlético de Madrid. Independientemente del partido que firmen los pucelanos, la carambola necesaria es tan compleja como improbable y desde el mundo blanquivioleta se analiza más la responsabilidad ante el inminente descenso que el partido ante los madrileños y la potenciación de las opciones para la salvación. El entorno tiene asumida la pérdida de categoría y sólo queda firmarla. Mientras tanto, y en esta larga semana desde la humillante visita (4-1) a San Sebastián, el análisis se ha alargado y se ha hecho obligatorio.

En cuestión de responsabilidad, y creyendo que en el fútbol todo tiene una lectura de juego, Sergio González es, para mí, el máximo responsable de la dinámica del equipo y del poco freno que se ha puesto a la innegable caída. Futbolísticamente, el Real Valladolid ha ido a menos durante toda la temporada. Ha tenido las carencias de un equipo en formación en el mes de mayo, sinónimo del mal trabajo realizado. Sin identidad, los pucelanos han estado muy lejos de sus objetivos. Pese a estar siempre vivos en la clasificación, su juego y sus resultados son justos ante un posible descenso.

Ahí, Sergio es el responsable, pero también el o los que han visto naufragar el barco y no han tomado decisiones. En ese frente está, primero, Ronaldo Nazário y, después, Miguel Ángel Gómez. Entre uno y otro se ha decidido que el entrenador siguiera en el Club y, con ello, han condenado al Pucela al descenso a LaLiga SmartBank. El Real Valladolid perderá la categoría este domingo y el fracaso señalará a todos, incluido el director deportivo.

Siempre he confesado que me es muy difícil saber cómo se debe analizar a un director deportivo. En los momentos más duros de Braulio Vázquez me fue imposible criticar al 100% su trabajo y eso que bajo su dirección el equipo rozó la Segunda división B. No lo pude hacer porque creo, firmemente, que el gallego no fue el que apostó por Miguel Ángel Portugal tras destituir a Gaizka Garitano. Existieron diferentes condicionantes a sus decisiones, como, también, habrá ocurrido esta temporada. Obviamente, Miguel Ángel Gómez no apostó por la inversión realizada para este rendimiento. 

Un problema de cifras y juego
La apuesta en el equipo podía acabar en Segunda, pero nunca en conseguir cinco victorias y no llegar a los 35 puntos. Descender siempre es una posibilidad en el Real Valladolid pero nunca puede serlo no superar las cinco victorias y no llegar a los 40 puntos. Ahí sí que hay un error grave porque al Real Valladolid no le hacen descender. Desciende él de forma más que merecida. Con el resultado sobre la mesa, aparece la gestión de Miguel Ángel Gómez. Como con todos.

Para mí, y después de esta triste y agotadora temporada, el equipo blanquivioleta es bueno. Lo sigo creyendo. Es cierto que el rendimiento no ha sido el correcto ni el esperado, en aspecto colectivo e individual, pero, de la misma forma, entiendo que son muchos los jugadores que poseen calidad y que, más pronto que tarde, lo confirmarán. Shon Weismann, Jota Filipe, Jawad El Yamiq, Saidy Janko…

El Pucela fichó potencial pero no ha sabido crear un camino ni una gestión durante la temporada para esos jugadores ni, tampoco, para el cambio de rol que iban a tener otros como Javi Sánchez, Joaquín Fernández o Rubén Alcaraz. Ahí se ha fallado y es ahí donde Míguel Ángel Gómez, para mí, tiene más responsabilidad. Hoy en día, un director deportivo es mucho más que fichar. Lidera, gestiona, interviene e informa y es en estos cuatro principios donde Miguel Ángel Gómez ha fallado o desde donde no ha sabido convencer. Ya fuera con Sergio, Ronaldo o, quizás, con la propia plantilla.

El equipo que él tenía en la cabeza no era éste. Ni en rendimiento ni en juego. Su diseño, aquél que deja activos y patrimonio al Real Valladolid, era muy diferente porque pese a que, personalmente considere que a este Pucela y a la idea de Sergio le faltasen un centrocampista posicional y un extremo izquierdo, este vestuario tenía muchas más capacidades que las de obtener cinco victorias en 37 partidos. No se han conseguido y la responsabilidad es compartida, claro, pero no equitativa.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte