Siempre he pensado que hay que saber utilizar las redes sociales. Para bien y para mal. Hay que saber interpretar que surge en ellas y de ellas porque, como siempre se ha confirmado, estas no son el 100% de la opinión. Son un porcentaje importante, sí, pero no una porción mayoritaria. Así, la información y el sentir que se puede obtener de ellas es relevante. Sabiendo leer e interpretar entre líneas, Twitter o Facebook dejan un sendero que el actual Real Valladolid había aprovechado pero que esta temporada, en el mal devenir de la campaña, ha negado.
Sergio González es el principal negacionista de las redes sociales en los últimos meses. Son múltiples las veces en las que el entrenador catalán ha asegurado tener «apagada» su cuenta de Twitter. Activo y pendiente siempre de aquéllo que se comentaba en dicha red social e, incluso, siendo protagonista en ella al ‘vengarse’ de algún aficionado tras la primera salvación en LaLiga Santander, Sergio ha ‘vivido’ en las redes sociales. Le gustan pero, en esta temporada da la sensación de que éste era un canal que el entrenador quería para gustarse.
Sin saber usar bien la opinión global, la seguridad en las propias ideas se debilita, como creo que ha confirmado Sergio al asegurar de una forma tan rotunda el uso que sí ha hecho de Twitter en otras temporadas. Un análisis simplista me lleva a pensar que el entrenador catalán ha utilizado este canal cuando se ha visto reconfortado y apoyado. Cuando la dinámica de opinión mayoritaria ha cambiado, el catalán ha dado un paso a un lado, quizás, por medio a sentirse influenciado. Es muy básico, sí, peor quizás se acerca a la realidad.
Me parece un error que Sergio cambie el uso de las redes sociales de la misma forma que no comprendo que tenga que repetir en tantas ocasiones que lo haya hecho. Independientemente, puede llegar a ser comprensible que, dadas las circunstancias de la temporada, haya querido dar un giro al uso de este canal, movimiento que no sólo ha hecho él en el Club.
Sergio… y David Espinar
Tras él, y como también quiso confirmar el propio protagonista, David Espinar se ha alejado de las redes sociales esta temporada. Desde ellas, el director del gabinete de presidente y gran apoyo de Ronaldo Nazário en el Club, se acercaba al aficionado y mostraba cercanía y empatia con la realidad pucelana. Era un punto de información y comunicación novedoso que el entorno agradecía y que desde el Estadio José Zorrilla se potenciaba. Con él se marcaba la diferencia con el pasado y se generaba modernidad.
En momentos de cambios y aciertos, el Real Valladolid tenía y ofrecía un canal que, ahora, en los momentos más duros desde la llegada de Ronaldo, se ha negado. No creo que el Real Valladolid haya dejado de escuchar a su afición, pero sí que ha escondido parte de su rostro. Hay muchísimos más canales pero ninguno tan directo ni tan potenciado en su momento. Por ello sí que creo que se ha perdido la cercanía y la firma de una voz muy autorizada que desde el principio se mostró como ahora, en las malas, se le pide. Siendo así, mi duda es saber por qué dejó de hacerlo. Creo principalmente que el momento no ha sido el correcto, de la misma forma que lo creo con Sergio.
Aceptando, como el catalán ha asegurado en muchas ocasiones, que él era «el único» entrenador de LaLiga Santaner que gestionaba sus redes sociales, dejar de hacerlo en una temporada como ésta ofrece dos argumentos que no son comprensibles. La influencia de la opinión exterior o el miedo y el recelo a la crítica son acciones lejos de la profesionalidad de un Club que se acercó a su entorno desde unas redes sociales a las que repudian en tiempos de nervios y no de éxitos. Me resulta incongruente pero, sobre todo, irresponsable.
