La derrota (1-2) del Real Valladolid ante el Granada CF ha dejado una dura sensación en el mundo blanquivioleta. El partido pucelano no fue bueno. Desde el primer minuto, los de Sergio González estuvieron por debajo de sus necesidades y expectativas. El partido no fue nada bueno y la lectura que el entrenador hizo de él en el terreno de juego, tampoco. El Pucela no estuvo bien y Sergio González, tampoco. Todo lo contrario que en el Camp Nou. El catalán no estuvo dentro de los objetivos pucelanos ni en los 90 minutos de juego ni en la rueda de prensa posterior.
La comparecencia del catalán fue tan irrisoria como lamentable. Ya no fue sólo cuestión de ver, nuevamente, cómo lee las derrotas, la poca autocrítica que tiene y cómo, en muchas ocasiones, sin naturalidad realiza un discurso totalmente ajeno a la realidad. Sus palabras tienen una base muy pobre pero, en gran parte, consiguen lo que el propio Sergio quiere: desviar la atención de su mal partido y del mal rendimiento del equipo.
El problema ya no está en calificar como «épica» una posible salvación del Real Valladolid sino en todos los detalles, contextos y condicionantes que le llevan a verla así. La forma de expresarse en la comparecencia y el término utilizado está muy meditado y no es cuestión del directo. Todo es fruto de la necesidad que tiene Sergio de querer elevar su imagen, su trabajo y sus objetivos y de su ansiedad de vivir por, para y en las redes sociales.
El foco y la realidad
En estas se vive mucho de la exageración y Sergio no es menos. Por ello y teniendo claro que él tiene un discurso meditado, preparado y guionizado, desde las palabras del entrenador está uno de los principales problemas y limitaciones de este Real Valladolid. Creyendo que ésta es una parte casi tan importante como un planteamiento o una disposición, el contenido del podcast #3 de Hablemos de fútbol va encaminado al entrenador catalán, a su discurso, a los objetivos que tiene con él pero, también, a lo que limita a los jugadores, a su imagen y a las posibilidades de un equipo que sigue sin dar con su techo ni con muchas de sus mejoras.