No es un partido decisivo para Sergio González pero, posiblemente sí, para el Real Valladolid. Tan incongruente como real. El equipo blanquivioleta está muy condicionado en la clasificación y lo está por la debilidad de los últimos partidos y la sensación de que el equipo tiene aroma de colista. El Pucela no ha tocado fondo y la dinámica es muy compleja. Pese a que Sergio González ha querido con la previa minimizar las críticas al asegurar que «en los últimos partidos el equipo ha estado bien», la realidad pucelana es la de un equipo que necesita un cambio de juego para poder ofrecer un resquicio que lleve a ver al Real Valladolid con posibilidades de ganar más de un partido y conseguir, después, el objetivo.
En esta complicada situación, los pucelanos visitan el Estadio de Balaídos y lo hacen con una idea «continuista» por convencimiento y no «falta de elementos». Dicha diferencia es capital para entender la propuesta que quiere Sergio González para el partido y la temporada. Sin un análisis critico de un equipo que sólo ha ganado un partido en el año 2021, uno de los últimos 11 encuentros ligueros y que apenas ha sumado tres de los últimos 21 puntos, el entrenador catalán realizó una previa con mayor contenido futbolístico y de análisis de lo habitual pero, a la vez, con un pequeño regreso al «ganar por ganar».
Asegurando que el Real Valladolid debe «conseguir la victoria de la forma que sea», Sergio sabe de la importancia del cómo. «Trabajando» y «jugando» por la victoria, los pucelanos estarán más cerca de conseguir tres puntos que de llegar lo harán con la metodología de la temporada pasada y de la anterior. El catalán sigue creyendo que, pese a tener un vestuario diferente al de temporadas atrás, su estilo es el mejor para este equipo. Él lo sigue creyendo y, por ello, se aferra a las «sensaciones» de la derrota (0-1) ante el Real Madrid.
Centrándose en la parte del análisis que más le interesa para hacer una lectura positiva, Sergio González asegura «personalidad» y «energía» para un partido de elevada relevancia. Con sólo 14 jornadas en el horizonte y con la necesidad de conseguir más victorias que las firmadas hasta la fecha, el Real Valladolid debe ofrecer mejoras en el juego. El proceso debe estar presente para una victoria que parece difícil. Es compleja de vislumbrar en la previa porque el entrenador se centra en elogiar donde no es posible hacerlo y ver evolución donde, muy posiblemente, haya estancamiento, falta de ideas y ausencia de adaptación.
«Partido a partido»
Sergio no cree que el equipo haya encontrado el camino sino que lo ha recuperado. El empate (1-1) ante la Sociedad Deportiva Éibar y caer ante el Real Madrid le han dejado aspectos positivos. Él tiene claro que ha encontrado la forma. Lo tiene, públicamente, tan claro que se centra en ganar con él. Lo que sólo ha conseguido una vez desde el cambio de año es el motor que Sergio, públicamente, ve como real para dar el cambio que necesita el equipo para ver la salvación como una posibilidad.
Con todo, y sin tener un punto clasificatorio estable ni una base de juego fiable, el Real Valladolid visita el Estadio de Balaídos convencido de que el equipo ha encontrado las formas y el proceder y que sólo queda seguir dando pasos hacia «delante». Aunque parece difícil ser tan optimista como lo es el entrenador catalán y hacer una lectura tan positiva de lo conseguido por el equipo en las últimas semanas, los pucelanos asumen que todo llegará, si llega, por una línea «continuista». Desde ella se suprimirán unos problemas que se han creado con ella. Ciertamente incongruente.