Sergio González sabe que la situación del Real Valladolid es complicada pero el catalán está confiado. Lo está de cara al importante encuentro ante el Deportivo Alavés y, también, tras lo conseguido por el equipo en la temporada. Recordando que estáN fuera de la zona de descenso en varias ocasiones de su comparecencia previa a la visita pucelana a Vitoria, el preparador catalán ha dejado atrás la dolorosa derrota (1-3) ante la Sociedad Deportiva Huesca y se ha centrado en el futuro más a corto plazo.
Pese a que pide que se valoren más las cuatro victorias del equipo y, sobre todo, la situación clasificatoria, el entrenador catalán sabe que lo que se va a vivir en el Estadio de Mendizorroza es determinante y crucial. Por ello, deja atrás cualquier análisis y bloque de partidos y se centra al 100% en lo que se va a vivir ante el conjunto de Abelardo Fernández. El duelo de Vitoria es necesario en todos los aspectos. La demanda blanquivioleta es completa. Si bien Sergio la centra en «sensaciones», los pucelanos llegarán a este encuentro pidiendo y necesitando mucho.
Puntos, imagen, rendimiento… y sensaciones. El Real Valladolid debe conseguir mucho porque llega con el agua al cuello. Tal es el agobio que la clasificación queda en un segundo plano cuando el equipo llega a un duelo como éste con la mala dinámica de las últimas semanas. No es cuestión de haber acumulado dos puntos de 12 posibles ante rivales directos o sumar una victoria en los últimos ocho partidos. El problema pucelano es una cuestión de números y de juego. El equipo está bloqueado y sin respuestas. Nada hace presagiar un cambio, ciertamente, y la comparecencia de Sergio González antes de la vigésimosegunda jornada, tampoco.
Si tras el partido ante la Sociedad Deportiva Huesca y preso de una enfado mayúsculo, Sergio aseguró que iba a «aceptar» todas las críticas que se produjeran, su visión fría le llevó este miércoles a rechazar ciertos análisis y cuestiones y seguir mirando a lo poco conseguido y al rédito que a éste se le puede sacar. El Real Valladolid con todo lo que ha vivido en los últimos cuatro partidos no debe estar orgulloso ni, por supuesto, puede bloquear las críticas. Una visión «autocrítica», como pregona el entrenador, no se puede quedar con que las segundas partes ante el Valencia CF y ante el Elche CF fueron «buenas» y que el análisis se fija demasiado en la derrota ante la SD Huesca.
Desde la «fortaleza defensiva»
El crecimiento y la exigencia se deben centrar en ver mejorar al equipo y no en querer conformarse con lo conseguido. Los de Sergio González están en una situación delicada, pero no límite. Vitoria y cómo afronte el equipo este partido, puede dejar la situación como final. Creo que es casi más importante ver cómo afronta el equipo el partido que el resultado que el Pucela obtenga en él. El Real Valladolid debe responder y se debe exigir el máximo. Tiene que hacerlo en un partido en el que Sergio quiere recuperar la «fortaleza defensiva» pero en el que, como dijo Miguel Ángel Gómez, el Real Valladolid debe tener «actitud e intensidad ante la adversidad». Sin ella es imposible cualquier objetivo.
Desde ese convencimiento, intensidad, intención y capacidad de respuesta, el Real Valladolid firmará un buen partido y lo hará buscando «estar agresivos, juntos, compactos» para «sacar el fútbol que tenemos». Sergio cree que debemos «ser fiables y estar convencidos de lo que vamos a hacer en la parcela defensiva» y, después de una nueva división del juego, «tener capacidad» con el balón. Siempre desde la «concentración» de un equipo que debe recuperar mucho más que «sensaciones» porque estas se demandan tras un golpe pero no tras una situación como ésta.