Lucas Olaza ya ha llegado al Real Valladolid. Hace un mes, por ejemplo, era impensable. La lesión de Raúl García Carnero llevó al Club a una situación delicada que se ha resuelto, no sin complejidad, con la llegada del lateral zurdo al Estadio José Zorrilla. Siendo un perfil muy diferente a Carnero y cumpliendo con gran parte pero no todas las necesidades del puesto, el ex del RC Celta de Vigo ha llegado a Zorrilla para rendir desde el primer momento porque es, en gran parte, el lateral que necesita actualmente el Pucela.
Es cierto que es diferente al perfil de Carnero, aquél que el Real Valladolid adquirió en propiedad el pasado verano, pero tan cierto como ello es verdad que el juego del equipo no es el mismo que cuando llegó el gallego hace más de un año ni cuando, sin ir más lejos, se le firmó un contrato hasta 2023. Las exigencias del carril del ‘3’ en aquel momento era unas. Ahora, son otras. La marcha de Javi Moyano, la apuesta intermitente por Luis Pérez y la aparición de Pablo Hervías en el carril del ‘2’ han llevado a unos matices relevantes en el modelo de juego que Lucas Olaza puede ayudar a matizar y contextualizar.
El uruguayo es un jugador aguerrido y fuerte que va a ayudar al Real Valladolid a crecer desde campo propio. Su control de aspectos defensivos va a hacer que los blanquivioleta ganen en esa seguridad que no han tenido en las últimas semanas desde el puesto de lateral izquierdo. El rendimiento más reciente de Nacho Martínez no ha sido el mejor y la aportación de Ignasi Vilarrasa ha mostrado muchas debilidades del catalán. El equipo ha tenido que reajustar durante la temporada ciertos detalles de su juego y necesitaba el perfil concreto de un lateral que, en verano, no parecía prioritario.
Posibilidades desde campo propio
Ahora, los reajustes son otros y se deben crear desde otro punto y otra demarcación. El lateral izquierdo no debe ser el punto de salida del equipo y sí debe marcar el equilibrio defensivo que necesita un Real Valladolid que, ahora, pide un lateral zurdo que domine bien el campo propio, tanto como lo hacía Javi Moyano en el derecho. La diferencia del jienense y el uruguayo está en su respuesta tras el dominio del campo propio. ¿Qué puede hacer Lucas Olaza tras ser fiable en el terreno blanquivioleta? Sumar mucho en ataque y en balón parado.
La principal virtud ofensiva del nuevo lateral blanquivioleta es la capacidad que tiene para ser determinante sin tener la necesidad que, por ejemplo, sí tiene Nacho Martínez, de llegar al último cuarto de campo. Lucas Olaza, gracias al buen manejo de balón que posee, dotará al modelo de juego de Sergio González de mayor presencia en área contraria.
Ilusionando con una buena unión con Shon Weissman, la llegada del uruguayo genera grandes expectativas porque se trata de un activo de renombre y cualidades pero, sobre todo, porque es un jugador que se adecua a las últimas necesidades del equipo. Si su llegada cumple con la necesidad del último mes de sustituir a Raúl García Carnero, también clarifica las opciones de cumplir con las necesidades futbolísticas de un equipo que ha visto detallado su modelo tras el inicio de temporada.