El Real Valladolid está en un mal momento. La racha de resultados pero, sobre todo, las sensaciones que deja el juego del equipo de Sergio González son preocupantes. Su fútbol es pobre y cualquier llegada en este mercado invernal era bien recibida. Pese a que desde el Club se han cerrado sólo dos movimientos, operaciones que han llegado para cubrir bajas que se han producido durante la temporada, la llegada de Lucas Olaza supone una necesidad de rendimiento inmediato importante.
La llegada del uruguayo es importante porque él y la posición reúnen todos los condicionantes que ambos pueden cubrir. Si bien Nacho Martínez necesita mucho más que «competencia» en el puesto, las credenciales de juego en las que este Pucela es débil son cubiertas por un jugador que llega en forma y con rodaje. No es cuestión sólo de que el Pucela necesite un rendimiento inmediato, es que el equipo debe buscarlo y potenciarlo desde un jugador como Lucas Olaza.
Los últimos resultados dejan a un lado las excusas y elevan al máximo la exigencia. Mirando a la necesidad de ganar al Deportivo Alavés, el Pucela no puede desaprovechar la primera oportunidad de utilizar a un jugador que tiene aquéllo que necesita el equipo y que, actualmente, no puede ofrecer Nacho Martínez. Pese a que la de Olaza sea una operación con un fundamento a medio plazo, la llegada se produce por una carencia actual y una necesidad de juego en el perfil izquierdo que el ex del Celta de Vigo puede y debe sumar desde el primer día.
Necesidad blanquivioleta
Futbolísticamente no hay excusas. El Real Valladolid debe mejorar su juego y los de Sergio González deben cambiar su dinámica. Sin excusas deportivas, el cuerpo técnico debe buscar el éxito desde los jugadores que mejor estén en la actualidad. Da igual su nombre, su bagaje en el equipo, su experiencia en la categoría o la cantidad de entrenamientos acumulados en los Anexos. El Real Valladolid necesita a Lucas Olaza y el uruguayo debe tener la opción de sumar desde el primer partido, que es este viernes en Vitoria.
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