Superando a un rival de Tercera división de forma solvente y tranquila y eliminando a dos equipos de Segunda división B en la prórroga, siendo una de ellas más que merecida, el Real Valladolid llegaba a los octavos de final de la Copa del Rey para enfrentarse a un rival de LaLiga Santander. El Levante UD visitaba el Estadio José Zorrilla en un duelo que iba a poner a prueba a los jugadores de Sergio González al propio entrenador para saber si interesaba o no la Copa del Rey. Creyendo que el torneo era una herramienta y no un fin, el Pucela cayó eliminado ante su primera gran exigencia en la confirmación de la ley del mínimo esfuerzo con la que ha convivido este equipo.
Haciendo lo justo e imponiendo la calidad y el mayor ritmo competitivo, los pucelanos superaron al Marbella FC, en una prórroga posiblemente injusta, y a la Peña Deportiva. El Real Valladolid no superó a malagueños e ibicencos por hacer un partido en el que demostró ser mejor sino porque, en el fondo, era mejor. La calidad se impuso en ambos partidos pero no el juego ni la propuesta. Consiguiendo esas clasificaciones, el qué parecía tan importante que nunca se analizó el cómo.
Ese ‘cómo’ era muy pobre y un rival de LaLiga Santander ha confirmado que la ley del mínimo esfuerzo sólo vale para rivales de dos categorías menos. El análisis nunca ha sido el correcto porque los de Sergio González han ido pasando eliminatorias sin una exigencia mayor por el tono de la competición. Las eliminaciones de otros rivales de la categoría hacían pensar que el Pucela estaba consiguiendo éxitos cuando lo que hacía era cumplir con lo mínimo. Dar por excelentes esas clasificaciones fue el problema que tienen, también, los estudiantes mediocres.
El mal estudiante
Aquellos estudiantes que viven con la ley del mínimo esfuerzo viven siempre centrados en que los suspensos de sus compañeros aumentan sus aprobados o disminuyen el dolor de sus malos resultados. Se trata de una conformidad con la que conviven hasta que se llevan un golpe que les devuelve a la realidad. Ese mazazo es un suspenso que obliga a replantearse todo porque los estudios dan una segunda oportunidad que el Pucela no va a tener en Copa del Rey.
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