Las últimas previas ligueras de Sergio González han mostrado tres niveles diferentes de exigencia y propuesta. Si bien antes de enfrentarse al Valencia CF, el catalán quiso que su equipo tuviera un perfil bajo al destacar lo que tenía y no cómo estaba el equipo de Javi Gracia, ante el Elche CF el enfoque fue diferente. «El devenir del partido va a depender de nosotros», aseguró Sergio. Los partidos, más allá del resultado, han estado marcados por la intención y el conformismo. Si ante los valencianistas se peco de poco ambiciosos, ante los ilicitanos, la «rabia» tras el empate fue total porque el equipo, con o sin cierto, sí lo buscó.
El devenir de los partidos estuvo marcado por cómo se enfocó el duelo desde la previa del entrenador, hecho que, antes de visitar al Levante UD, ha valido para ver un punto intermedio entre la previa ante el Valencia CF y ante el Elche CF. En esta ocasión, Sergio ha exigido a su equipo pero, también, ha asegurado que éste necesitará de un perfil bajo. Confirmando que viajan con «lo mínimo para afrontar el partido con garantías», Sergio no quiere excusas. Si bien creo que en muchas ocasiones los contextos han valido para que el catalán pusiera tiritas a un posible mal resultado, en esta ocasión casi todo se centra en condicionantes reales a la situación pucelana.
Pese a ello, el entrenador no limita el potencial de su equipo y se centra en un duelo ante un rival que espera más «atrevido». Explicando cómo ha evolucionado el Levante UD en los 11 partidos que ha disputado, y de los cuales sólo ha perdido dos, desde su paso por Zorrilla, Sergio ha señalado un concepto capital para este duelo: las transiciones. Sabiendo que «tenemos que huir del ida y vuelta», el Real Valladolid deberá localizar el freno a cómo atacan los granotas el espacio.
Si ante el Elche CF era el equipo ilicitano el que iba a hacer el «partido trabado», en esta ocasión es el Real Valladolid el que debe obligar a hacer el encuentro lento. Analizando las declaraciones de Sergio González, el partido entre pucelanos y valencianos debe ser así en caso de que los pucelanos quieran imponer su plan de juego. Los visitantes necesitan que el duelo tenga pocas ocasiones, un juego lento y pesado y una evolución controlada. La versión más ‘fea’ del Real Valladolid se deberá imponer en un encuentro ante un rival que busca todo lo contrario de lo que ha definido al Pucela desde su ascenso
Evolución y adaptación
La experiencia dice que Paco López propone encuentros en los que al Real Valladolid le cuesta entrar pero que, con los minutos, termina dominando. Salvo por la visita vallisoletana la temporada pasada, el Pucela ha sido mejor que el rival en muchos momentos y lo ha sido por saber adaptarse al ya manido «directo» que ve Sergio González. Esa «capacidad» para «resolver» y «adaptarse» que elogiaba el catalán en la previa del duelo es la base sobre la que se debe sustentar el Real Valladolid en un encuentro que, sobre el papel, debe ser lento y trabado pero en el que los pucelanos deberán evolucionar.
Iniciando la segunda vuelta de la temporada, las excusas se han acabado. Estas han marcado muchos de los análisis de Sergio González en semanas anteriores pero, ahora, toca saber que a lo que se enfrenta el equipo son condicionantes, algo que resta la capacidad de centrar en ellos posibles derrotas. Los condicionantes generan trabas pero, también, ofrecen oportunidades, aquéllas que la base de este grupo ha aprovechado para sacar a jugadores como Fernando Calero, Mohammed Salisu, Toni Villa o Joaquín Fernández.