Sergio González supo marcar muy bien los frentes que debía buscar el Real Valladolid antes de visitar Getafe. Centrándose en su «camino», el entrenador catalán enfocó muy bien hacia dónde debía ir el equipo blanquivioleta en el duelo del Coliseum Alfonso Pérez. Algo más de una semana después, y tras la clasificación copera, el Real Valladolid patinó de forma clara y rotunda con la visita del Valencia CF al Estadio José Zorrilla. Lo hizo, muy posiblemente, desde cómo enfocó el encuentro el entrenador y, por consiguiente, el equipo.
Después de salir del descenso y con dos victorias consecutivas, el enfoque con el que Serio González afrontó el duelo hizo que viera que la visita del Valencia CF era una «gran oportunidad» pasado el encuentro, cerrada la derrota y frenado el crecimiento. Enfocando la previa hacia la gran calidad que tiene el equipo de Javi Gracia y en lo «dormido» que está, el juego demostró lo evidente y lo que se esperaba en realidad.
Éste es un Valencia CF con calidad pero no de calidad. Es un grupo poco consistente pero que en el Estadio José Zorrilla fue superior al Real Valladolid por detalles, minúsculos movimientos y tendencias que hablan de que el equipo ché preparó y afrontó el duelo con la personalidad que puede tener y no con el miedo que pudo tener en otros momentos. Si bien el Valencia quiso dar un paso al frente y dominar acciones en las que estaba bien, el Real Valladolid vivió ciertamente acogotado por lo que Sergio quería pensar que era el rival.
Un error diferencial
Desde esa sensación de que el Valencia CF tiene mucha mejor plantilla que el Real Valladolid y desde un respeto totalmente exagerado, el duelo avanzó y llegó al pitido final con un cambio de sensación. Después de 90 minutos, Sergio González se dio cuenta, muy posiblemente tras hablar con Javi Gracia, que éste había sido uno de los mejores encuentros del rival en la temporada y que con él, el Real Valladolid no estuvo lejos de empatar. Si el Pucela no estuvo en su mejor versión y el rival sí y la derrota se produce por un error, la oportunidad perdida es enorme. Era algo evidente antes del partido pero que Sergio no quiso ver hasta después del encuentro.
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