La lesión de Marcos André ha cambiado al Real Valladolid. En parte para bien, como se pudo ver en la victoria (0-1) ante el Getafe CF pero, también, en exigencias. Si bien la visita al Coliseum Alfonso Pérez abrió la posibilidad de ver una versión blanquivioleta con más llegada, más profundidad y más controladora de la posesión y de los tiempos del partido, las exigencias de Sergio González llevan a que el Club deba mirar al mercado de invierno para fichar. El Pucela no tiene que asumir la ventana de fichajes como una oportunidad para mejorar sino con la obligación de firmar. El entrenador quiere un ‘9’ y Miguel Ángel Gómez debe dárselo. El debate está cerrado. O no.
Sergio quiere un delantero porque él se siente seguro con un esquema de juego muy concreto. El catalán sigue queriendo utilizar dos delanteros y teniendo sólo dos en su plantilla, uno más es vital. Sergio entiende que su esquema es casi innegociable y pide tener cubiertas sus necesidades ya que será «complicado» volver a contar con Marcos André antes de que se cierre la temporada. La demanda del técnico catalán es alta y se puede debatir ampliamente cuál debe ser el perfil del jugador en cuestión aunque, también, se puede analizar si es necesario ese fichaje tanto como el propio entrenador demanda.
Fichar a un ‘9 es un movimiento interesante, ciertamente. El equipo ganaría en presencia en campo rival y en las inmediaciones del área. Si Sergio cree que un sistema con dos delanteros dotaría a su equipo de los contextos en los que la gran mayoría de los jugadores mejor se mueve, perfecto. No habría mucho más debate. Creyendo todo lo contrario, la lectura es diferente.
Entiendo que el Real Valladolid no necesita tener mayor presencia en campo contrario en base y sí debe ganar en dominio y control para llegar más veces y de mejor forma a campo contrario. Queriendo ser un equipo con las líneas juntas, un enganche o un centro del campo con tres jugadores dotaría de muchas ideas al Pucela y otro ‘9’, no.
Un sistema para crecer
Contando, además con dos delanteros de perfiles tan diferentes como Sergi Guardiola y Shon Weissman y un activo en el filial de las cualidades y bagaje de Sergio Benito, un ‘9’ es una interesante opción y alternativa pero, para mí, no es una prioridad. No es una exigencia porque, personalmente, creo que este equipo no debe tener como base un sistema con dos delanteros. Esa debe ser una alternativa pero no una definición de lo que es este equipo. La presencia de jugadores en el centro del campo es una variante que invita a ver las mejores credenciales de muchos de sus jugadores y, a la vez, de sus activos más importantes.
Dotando de personalidad al centro del campo, el Pucela tendrá herramientas para poder ser un equipo menos previsible, más ordenado en todas las acciones del juego y con más alternativas para acciones de construcción y contragolpe. Devolver al equipo a la imposición de jugar con dos delanteros sería un error al que muy posiblemente Sergio quiere llegar haciendo ver que el equipo necesita «sí o sí» a un ‘9’ y que Marcos André tiene «complicado» poder llegar a esta temporada.
El Real Valladolid, como se demostró en Getafe, tiene cualidades y hechuras para dominar el balón, el control del partido y vivir en campo contrario desde un sistema con superioridad de jugadores en el centro del campo. Así se tendría el control del balón y de las transiciones. De la misma forma que tras perder (1-2) ante la Sociedad Deportiva Éibar el equipo no necesitaba «atajos», ahora no pide volver, caiga quien caiga, a jugar con dos puntas. Getafe lo demostró y lo siguientes partidos pueden confirmarlo, aunque Sergio seguirá teniendo claro cuál es su petición para el mercado de fichajes.
