Héroes del silencio y Enrique Bumbury se movían ‘entre dos tierras’ al igual que Sergio González se ha movido para la segunda ronda de la Copa del Rey entre dos caminos y entre dos términos que parecen estar muy alejados el uno del otro. Si bien en la previa hablaba de «respeto máximo» a la competición, sus declaraciones previas estaban centradas en contextos coperos y ligueros. Así, el Real Valladolid miraba al duelo ante el Marbella FC pero, con un ojo, al del Valencia CF. El estilo liguero para afrontar los partidos no es el copero.
Sergio se quería centrar en el contexto copero pero le costaba, al igual que en el partido cuando varios de los cambios se han centrado en resguardar a jugadores con peso liguero o condicionados físicamente antes que mirar por el camino del duelo. Retirar a Sergi Guardiola en un duelo en el que el Real Valladolid no estaba por delante en el marcador suena llamativo. Si el ‘7’ ha sido titular dos veces en apenas una semana con molestias, el «riesgo» de Cádiz se multiplicaría en un encuentro con cambios planificados y programados. La sensación de otorgarle 60 minutos planificados al de Jumilla es real tanto como la de ofrecer 45 a Joaquín Fernández para recuperar su mejor nivel pero no cargarle con mucho peso.
Con ambos cambios apuntados en el plan de juego del cuerpo técnico, el encuentro queda en un segundo plano porque no todo estaba enfocado por y para la victoria. El Real Valladolid y Sergio González miraban a contextos más lejanos del encuentro en vivo. Siguiendo la teoría del propio entrenador catalán de que «el partido más importante es el que viene», la Copa de Rey tiene un enfoque diferente o, al menos, si la categoría del rival lo permite.
Comedido, conservador y organizado
Pese a que el Marbella sea un rival de supuesta entidad en Segunda división B, la planificación del Real Valladolid para el segundo duelo copero de la temporada ha estado enfocada en no limar las posibilidades pucelanas para el importante duelo liguero del próximo domingo. Tiene sentido, sí, pero resulta ilógico con las palabras de un Sergio González que quería ser ambicioso en Copa del Rey pero que, en el directo, fue comedido, conservador y organizado de cara y por LaLiga Santander.
Pese a los contextos condicionantes del y en el duelo, el Real Valladolid consiguió una exigente clasificación en un duelo que dominó en fases importantes, sobre todo tras la salida de Toni Villa al partido. El ’19’ cambió la verticalidad y la confianza del equipo en un encuentro que buscaba muchas respuestas en jugadores concretos pero que, simplemente, dejó un partido contextualizado y condicionado por una planificación liguera que demuestran los cambios de Joaquín Fernández y Sergi Guardiola por jugadores del Promesas cuando el Pucela no tenía ventaja en el marcador y eso que tuvo tres.