El Real Valladolid está tan exigido como necesitado. Es una división a partes iguales. Los de Sergio González necesitan victorias y puntos y saben que para conseguirlos, deben mejorar y ser más consistentes. Están exigidos en conseguir una evolución que haga creíble la petición de Sergio González antes de visitar al Getafe CF. En una rueda de prensa en la que el catalán resumió el 2020 y englobó sus peticiones para el 2021, aseguró que lo visto en la derrota (0-3) ante el Fútbol Club Barcelona fue una excepción. Quitando esos 90 minutos, el equipo ha seguido con su evolución, algo difícil de transmitir.
Hacer ver que el equipo fue seguro en Cádiz es complicado. El Real Valladolid no fue «muy serio» en el Estadio Ramón de Carranza y no dejó la sensación de «minimizar» los puntos fuertes del rival. Creo, como ya expliqué, que Sergio González se centra en la puerta a cero conseguida en tierras gaditanas para hacer ver que el equipo estuvo bien y que la goleada recibida en Zorrilla fue excepcional, pero nada más lejos de la realidad. El Real Valladolid no estuvo bien en Cádiz y él, tampoco. La gestión del ataque fue muy mala y, así, es difícil convencer de que la sensación no sea mala tras un empate insuficiente ante un rival en horas bajas.
Siendo «exigentes e incorformistas», como el propio Sergio aseguró en la previa que es el cuerpo técnico, nadie puede estar contento con los 180 minutos con los que el Real Valladolid cerró el año 2020. Es imposible dar por bueno el bagaje completo en los duelos ante el Fútbol Club Barcelona y el Cadiz CF. Es más, ni escogiendo lo mejor de ambos encuentros, el cuerpo técnico blanquivioleta puede estar contento. La visita al Estadio Ramón de Carranza no fue positiva en lo que se preparó, en lo que se consiguió y en lo que generó.
El poso del punto es insuficiente y las consecuencias físicas generadas en el duelo, altas. Sabiendo que los 90 minutos disputados por Sergi Guardiola iban a generar un lastre a corto plazo, Cádiz generó cargas en el equipo con las dudas de Fabián Orellana y Raúl Carnero. Sin ellos ni los lesionados ya confirmados, el duelo en Getafe llega con muchas trabas para un Real Valladolid que necesita sumar y debe olvidar los últimos dos partidos.
Del juego a los puntos
El poso futbolístico ante el FC Barcelona y en Cádiz es malo, muy malo. Esos 180 minutos han elevado el mal momento del Real Valladolid tras un 2020 que cerraron en descenso. En 2021, el equipo debe tener seguridad defensiva, debe definir a ciertos de sus protagonistas, debe crecer desde roles diferentes y tiene que crecer exponencialmente en contextos de ataque. El duelo ante el Getafe CF es un buen día para atacar muchos de esos puntos de crecimiento que llevaran a que el Real Valladolid solvente su situación clasificatoria.
La imagen del equipo vallisoletano es la clasificación de LaLiga Santander pero ésta se define por carencias de juego y propuesta que Sergio no quiere señalar en el duelo de Cádiz. Creyendo que en el Carranza se jugó un buen duelo, el equipo tendrá difícil conseguir los 40 puntos que Sergio no tiene «prisa» por conseguir. «Cuanto antes tengamos los 40 puntos, mejor, pero no tenemos prisa por sumarlos. Tenemos que afrontar cada partido con intención de ganarlo sin mirar a lo hecho antes», aseguraba Sergio. Él sabe, acertadamente, que el equipo debe crear su «camino» y que éste no debe parecer mejor por haber conseguido una portería a cero que tiene más de casual que de causal.