El enfoque que Sergio González hizo del duelo del Real Valladolid ante el Atlético de Madrid no fue muy correcto. Analizar la visita al Wanda Metropolitano como «un premio» no es el camino. El equipo blanquivioleta se debe pedir más que ir de visita a estadios de gran envergadura. Éste es un enfoque con cierta mediocridad que ha ido muy unido al entrenador catalán en su estancia en el Estadio José Zorrilla pero que, poco a poco, va desapareciendo. Lo va haciendo con discursos como el previo a la visita al Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, aquél que marca todo lo que debe asumir el Real Valladolid para un duelo como éste.
Tras un encuentro copero en el que todo lo que pudo conseguir el Real Valladolid iba a ser catalogado como poco, la visita al equipo hispalense ofrece una oportunidad de crecimiento inmejorable para los blanquivioleta. Buscar la victoria en un lugar como el estadio sevillista es una motivación que debe ayudar al equipo a su crecimiento de las últimas jornadas. Descartando, tal y como asegura Sergio, que la evolución pucelana se deba a un cambio de «actitud», el Real Valladolid está en un buen momento de resultados y crecimiento. El cómo se consiguió la victoria (3-2) sobre el Club Atlético Osasuna sumó un doble valor a los tres puntos y es esa inercia la que debe marcar el camino del Real Valladolid antes de cerrar el 2020.
Tanto éste como los dos últimos partidos del año para el equipo de Sergio González son encuentros que se deben mirar sólo desde la exigencia blanquivioleta. Los pucelanos están en una fase de la temporada en la que aún se deben mirar sólo a ellos. Las tres victorias en las cinco últimas jornadas han llevado al equipo vallisoletano a una situación en la que todo depende de ellos. Todas las exigencias vallisoletanas se marcan en su juego, en su propuesta, en su respuesta, en su lectura… Todo está marcado y definido por ese ‘su’, incluso en la visita al Sánchez Pizjuán o antes de la visita del Fútbol Club Barcelona al Estadio José Zorrilla.
Seis meses después
En gran parte, esta lectura la demostró Sergio González en la previa. El catalán ha querido enfocar el duelo sobre el encuentro del pasado mes de junio. En él, el Pucela estuvo muy bien y sumó un gran empate. En botín, en sensaciones y enpropuesta, el Real Valladolid estuvo bien. Ahora, con la potenciación de la plantilla y la mejora de los activos, el equipo se puede pedir más, como así parece estar definido el discurso de Sergio. En un fútbol sin público y con grandes comodidades de viaje para los equipos visitantes, las excusas del escenario son secundarios.
Más condicionado está el Real Valladolid en el viaje a Estella del pasado martes que en la visita al Sánchez-Pizjuán. Creyendo fervientemente en ello, la decimocuarta jornada de LaLiga Santander es una fecha importante para los pucelanos y su exigencia. Sergio González ha marcado el listón blanquivioleta en mejorar el duelo de la última temporada, aquél en el que el Pucela demostró tener cualidades y posibilidades. Si el 26 de junio los pucelanos demostraron variables, seis meses después la exigencia propia y futbolística debe ser mayor porque en ella está la clave para ganar y/o crecer en el antepenúltimo encuentro del año.