El Real Valladolid perdió dos puntos en el empate (1-1) ante el Levante UD. En caliente no lo parecía pero el paso de las horas lo confirmó y el de los días, lo ratificó. La seguridad por lo perdido fue mayor aún tras el paso por el Wanda Metropolitano. Haber sumado ante el Atlético de Madrid hubiera dado fuerza a la igualada ante los granotas pero nada más lejos de la realidad. Perder (2-0) ante los de Diego Pablo Simeone ha devuelto al Pucela a la zona de descenso y ha potenciado los nervios antes del encuentro de este viernes ante el Club Atlético Osasuna.
La distancia entre ambos equipos en la clasificación puede hacer pensar que ésta sea una «final» pero Sergio González no ha querido afrontar este duelo de la misma forma que hizo con el encuentro ante la Sociedad Deportiva Huesca. Leyendo en el discurso del entrenador catalán en la previa, existe, para mi gusto, una evolución importante sobre las exigencias y los objetivos que se debe marcar el Real Valladolid para este partido. Si antes de viajar al Estadio de El Alcoraz, el catalán habló de «ganar como sea», en esta ocasión la exigencia ha sido otra. Más real y más necesaria para los blanquivioleta.
«Tenemos la obligación de ir a ganarlo», ha asegurado Sergio. Es un detalle pero, realmente, un matiz muy relevante. Destacando la exigencia como equipo local, para Sergio la obligación ya no es lo mismo que el objetivo. Autocorrigiéndose en la propia comparecencia, el preparador blanquivioleta ha asegurado que el equipo no «debe ganar» sino que «intentará ganar». Poner un listón que no depende de uno mismo es absurdo e innecesario y es un tópico en el fútbol que se debe erradicar.
Con todo, el Real Valladolid va a jugar un partido muy importante ante el Club Atlético Osasuna. Sabe que necesita ganar y marca su exigencia en estar en situación de hacerlo durante los 90 minutos. Este detalle en la previa define a un equipo que nunca puede dar por buena una igualada, por ejemplo. En la exigencia de buscar siempre la victoria está la mayor exigencia de un entrenador que debe crecer en las lecturas de los partidos o, como él dice, en las «alternativas» o «magia del fútbol». Para Sergio, el Real Valladolid debe «ser fuerte en lo básico y crecer en las alternativas». Esos detalles son diferenciales para una mentalidad como la que ha marcado en catalán: «sólo pensamos en ganar a Osasuna».
La «magia» del Real Valladolid
Para la decimotercera jornada, el Real Valladolid debe crecer en la fase determinante de los partidos, aquélla en la que los pucelanos no han estado acertados en cuatro de sus últimos partidos. Escogiendo sólo los últimos cuatro duelos, aquéllos en los que los blanquivioleta han sumado siete puntos de 12, los pucelanos deben ser más fuertes y tener más ideas. En esta ocasión, la exigencia se centra en tener un fútbol «práctico y sencillo» en campo propio. El Real Valladolid no se puede permitir «filigranas» en la creación de juego. Ahí, el rival puede hacer daño, como el Pucela sabe que lo hará con un juego exterior fuerte y vertical y en el que se gane la «espalda» de los laterales.
Aprovechando ese «cambio de actitud» que Sergio ha detectado en el equipo en las últimas cuatro jornadas, algo exagerado pero que puede ser incuestionable por los puntos obtenidos, el Real Valladolid llega a un duelo tan importante como el de Osasuna en mejor estado que en momentos pasados. El equipo ha crecido y, ahora, llega el momento de demostrarlo al saber que las exigencias reales y objetivas del equipo son las que el propio Sergio González destaca y pide a sus jugadores. Desde ellas se ganará éste y otros muchos partidos porque el Real Valladolid confirmará que ha crecido en sus exigencias y «alternativas». ¡Ha llegado el momento de conocer la «magia» de este Pucela!