El Real Valladolid anunciaba este lunes, tras dos victorias consecutivas, la renovación hasta el año 2023 de Fede San Emeterio. El Club aprovechaba la buena inercia deportiva y de resultados del equipo para oficializar la ampliación de contrato de un activo que acumula, posiblemente, sus dos mejores partidos para el Pucela. La actuación del cántabro en las victorias (2-1) ante el Athletic y (1-3) ante el Granada CF han mostrado las grandes posibilidades de un jugador con necesidad de ver aprobado su perfil de juego y rendimiento y, a la vez, evolucionar en exigencias con balón, necesidades definidas ya desde verano.
Para su segunda temporada en el Estadio José Zorrilla, Fede San Emeterio arrancaba la temporada sabiendo dónde tenía que mejorar y qué exigencias debía asumir para dejar de ser un perfil tan concreto pero, a la vez, tan limitado. Señalado en exceso por el término ‘defensivo’, el ex del Sevilla Atlético concedía la semana pasada una entrevista al Diario AS en la que mencionaba la necesidad de aprobación que tiene al defender su perfil de ‘posicional’. Desde estas exigencias, que va unidas al término ‘defensivo’ pero que, actualmente, están lejos de ser sinónimo, Fede San Emeterio buscará seguir sumando al equipo todo lo que ha dado en los dos últimos partidos.
Ante Athletic y en Granada, el Real Valladolid fue serio. No vivió en bloque bajo pero sí que estuvo serio defensivamente. En todo momento estuvo bien equilibrado. En el Estadio de Los Cármenes, el partido más completo de la temporada, el Pucela no tuvo fisuras en ninguna zona del campo. Siempre equilibrado y conjuntado, los blanquivioleta supieron hacer un encuentro largo en el que no perdieron nunca el equilibrio y, ahí, la función posicional y las coberturas de Fede San Emeterio fueron determinantes. Ayudando así a la liberación que tanto necesita Rubén Alcaraz, las casualidades de que el equipo haya ganado dos encuentros con la mejor versión de ’20’ no existen. Todo tiene un por qué y, en esta ocasión, señala al recién renovado.
Rasgos para el fútbol actual
La justificación está en el equilibrio que ha otorgado Fede San Emeterio al paso al frente que ha dado el equipo. Esos 10 o 12 metros en los que ha crecido el equipo en los dos últimos partidos y, sobre todo, en Granada, llevan a ver como un acierto la renovación del jugador. Pasar de ser ese acierto a un éxito dependerá de la evolución que el futbolista consiga tener en los próximos meses con balón. Pese a que muchas de sus cualidades están en ese equilibrio y rigor que supone su juego, el futbolista posicional, que no defensivo, no tiene por qué ser sólo el ancla del equipo.
El fútbol actual también pide rasgos de balón y posesión para jugadores del perfil de Fede San Emeterio y es ahí donde más tiene que crecer el jugador. Es cierto que no es su obligación, que ésta se data en contextos tácticos, pero el objetivo del ’20’ pasa por crecer y sorprender. Es cierto que él necesita tener aprobación a su rol pero, también, exigencia para sumar más que sus obligaciones básicas. Por ello, y sabiendo del margen de mejora del jugador, el Real Valladolid está de enhorabuena con su renovación.
Desde el rigor táctico se puede hacer un gran y completo centrocampista, de la misma forma que desde atributos ofensivos y de velocidad se puede hacer un gran lateral. Sin los conocimientos de Fede San Emeterio no se puede rendir ni ser diferencial en LaLiga Santander, de igual forma que sin atributos ofensivos ni de pie no se puede progresar en el lateral de cualquier equipo profesional. Cuestión del fútbol actual.