Fichar un extremo de pierna izquierda que consiguiera que el Real Valladolid tuviera amplitud de juego, verticalidad y consiguiera superioridad numérica en campo contrario era una necesidad para el Club este verano. Era una petición que el equipo tenía y que Sergio González anunció, posiblemente, muy tarde. Desde que el entrenador catalán anunció dicha necesidad, el día a día del equipo y el cierre del mercado pucelano estaba centrado en ese perfil. Miguel Ángel Gómez anunció en muchos momentos la dificultad del perfil y, por ello, se apostó por reforzar el equipo en el último momento con João Filipe.
‘Jota’ no es el jugador que pedía Sergio González. Es un gran jugador, con atributos individuales e individualistas de descaro y atrevimiento que siempre viene bien a cualquier entidad pero que no cumplían las peticiones de Sergio. Con todo, y probando a diferentes jugadores como Toni Villa, Waldo Rubio o Fabián Orellana en dicha demarcación, las últimas jornadas han ofrecido la última muestra de potencial del equipo con la irrupción de Óscar Plano en dicha posición. El ’10’, capital en la victoria (1-3) en Granada, ya fue determinante para el segundo tanto del Real Valladolid en la victoria (2-1) ante el Athletic Club.
Si en el Estadio de Los Cármenes fue básico gracias al gol anotado par abrir el marcador y tras suponer un incordio constante para la sinergia entre Christophe Foulquier y Germán Sánchez, en el duelo anterior, ante el Athletic, una acción suya fue la que decantó el partido en favor del Pucela. El primer gol de Marcos André en la temporada vino generado por una acción de potencia, velocidad y superioridad del ’10’ en el costado zurdo. Asumiendo peso en acciones individuales y demostrando una capacidad casi desconocida de superar líneas rivales con balón y no en combinación, Óscar Plano ha abierto una nueva posibilidad para el Pucela.
Cualidades muy concretas
Sin posibilidad de jugar por dentro al no ser una idea muy presente para Sergio y saber que en esa demarcación de mediapunta están otros jugadores como Orellana o Toni, Óscar Plano estaba encajado en el extremo diestro. El madrileño buscaba aportación interior desde el costado derecho. Necesitando perfilarse para usar su pierna hábil, Plano dejó de ser diferencial. El final de la temporada pasada y el inicio de ésta mostraban a un jugador lejos de sus mejores números y cualidades. Plano perdía peso, todo aquel que ha tenido en las dos últimas jornadas.
El buen hacer del ’10’ en las dos últimas victorias le deja en un buen lugar. Le señalan como un jugador recuperado pero, también, como ese futbolista que puede volver a ser determinante para Sergio y el Real Valladolid. Todo ello, en una nueva muestra de potencial que tiene este equipo. El vestuario blanquivioleta siempre ha tenido más posibilidades y variantes de las que se han querido vender y la ‘comodidad’ de diferentes jugadores para una demarcación concreta han limitado la explotación de una recursos amplios. En esta ocasión esos recursos hablan de que Plano, sin ser ese jugador vertical, individual, con capacidad de regate y cambios de ritmo, no es el jugador de banda demandado y necesario en verano, pero que puede ejercer como tal.