Una de las últimas frases que tiene acuñadas Sergio González a su discurso es aquélla que asegura que «el partido más importante es el siguiente». La ha repetido en varias ocasiones en las últimas semanas. En la previa del duelo ante el Athletic Club, por ejemplo, fue una reflexión que marcó su comparecencia. Dejaba atrás el pasado y en cómo se había creado y miraba sólo al futuro más inmediato, Ahora, tras la victoria (2-1) ante los de Gaizka Garitano, la frase volverá a estar en la preparación del duelo ante el Granada CF, y lo hará con una dosis de realidad y exigencia muy alta.
Pese a la necesidad de victoria y puntos que tenía el equipo en el duelo ante los vascos, lo conseguido ante ellos no es nada, de momento. Ya no por una cuestión de juego, en el que el Pucela no cambió en exceso, sino por una muestra de cambio de tendencia que se espera tras la ansiada victoria. El Real Valladolid tiene mucho que decir, mucho que mejorar y muchísimo que crecer. Sergio y el equipo pedían una victoria que relajara la tensión y que mejorara el clima de trabajo. Conseguida, el equipo debe apretar, se tiene que exigir y no puede fallar.
Con todo, la visita blanquivioleta al Estadio de Los Cármenes es el partido más importante de la temporada para el Real Valladolid, pero no por una frase hecha sino por la realidad de un equipo que se juega mucho más que una victoria. Futbolísticamente, lo conseguido ante el Athletic no fueron tres puntos. Clasificatoriamente, sí pero en contextos de fútbol, no. Fue una esperanza que el equipo debe confirmar en Granada. No ampliar la dinámica de resultados ante los de Diego Martínez sería muy doloroso para los pucelanos. Toda la inercia que se podía haber tomado con los tres puntos estaría eliminada con un golpe muy duro de digerir para el equipo y para Sergio.
Sin excusas
Pese a las bajas internacionales, el Real Valladolid ha podido trabajar con fuerza durante 10 sesiones. Ha sido tiempo más que suficiente para puntualizar, mejorar y detallar aspectos del juego que no estuvieron bien ante el Athletic. Muy posiblemente, con los registros que se firmaron ante los de Gaizka Garitano no será suficiente. No lo será para conseguir la victoria ni, por supuesto, para ser ambiciosos con la salvación en LaLiga Santander. El equipo debe crecer mucho y en estas dos semanas desde la primera victoria deben haber servido para atacar muchas de esas necesidades.
Con la primera victoria se han terminado muchas excusas y condicionantes pero no todos los tópicos que envuelven a las previas de un partido. Si Sergio aseguraba en las últimas comparecencias que el «siguiente» era el duelo «más importante», en este caso es verdad. El Real Valladolid no viaja a Granada para jugarse tres nuevos puntos. Visitará el Estadio de Los Cármenes para mucho más.
Los blanquivioleta ponen en juego la victoria ante el Athletic, la tranquilidad del día a día y la credibilidad de todo aquello que supuestamente iba a ofrecer esa primera victoria de la temporada En Andalucía no hay sólo tres puntos, hay una gran parte de la credibilidad del equipo y de su entrenador. Tras aquella victoria que querían y pedían, no hay excusas. Sólo exigencias y retos que cumplir.