La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Cuestiones de XI

Las sinergias demandadas se buscan durante la semana

El Real Valladolid está en un mal momento deportivo. Pese a que en el terreno de juego se quiera buscar un Pucela «bien distribuido y equilibrado», como aseguró Sergio González este viernes, el reparto de minutos, oportunidades y confianza es totalmente el opuesto al que invita cualquier armonía y proporción. El Pucela no tiene equilibrio en sus onces titulares ni en su propuesta y, obviamente, el equipo lo nota con un juego sin personalidad e inconsistente. La última prueba del desnivel en el que se encuentra el equipo ha sido una simple encuesta del Club en la que se preguntaba quién había sido el mejor jugador del equipo en el mes de octubre.

Debido a rendimientos futbolísticos de los tres partidos disputados en el segundo mes de competición, Kike Pérez, Toni Villa y Roberto Jiménez eran los elegidos para esta encuesta. Creo, honestamente, que no es injusto que los tres se disputen ese premio y que no existen otros jugadores que pudieran pelear por él. Para mí, la ‘lucha’ se cierra entre el portero y el ’19’. Tendiendo que entrar uno, el ‘8’ es válido. Con el rendimiento de los tres en octubre, su primer duelo de noviembre lo iniciaron desde el banquillo, demostración elocuente de cómo está gestionando la actualidad Sergio González.

El entrenador está intentando tocar todos los palos. Ya sea por falta de ideas o por el fácil argumento de que el entorno le criticaría si no cambiara nada, el equipo adolece de tener una base, aquélla que demanda el Real Valladolid para ofrecer ciertos brotes verdes en su actualidad. Queriendo ser algo optimista con el futuro, el Pucela debe encontrar jugadores que creen la inercia de juego del equipo. Sergio, en el fondo, lo sabe y, siguiendo su discurso, debe buscarlo desde sinergias.

Un once trabajado
Estas pequeñas uniones entre centrales, centrocampistas, duplas ofensivas y, quizás, hasta en laterales y extremos, son demandadas en muchas ocasiones por el entrenador catalán. Son ellas las que han generado ese «déficit» que mencionó. Sin poder repetir parejas en la competición, entiendo que los partidos se preparan desde esas uniones en los entrenamiento previos al duelo. Pese a no tener esa consistencia cada fin de semana, comprendo que en la preparación del duelo sí existe.

Contando con esa lógica forma de trabajo en relación a lo exigido después en rueda de prensa, el once titular del domingo ante el Athletic Club debe ser muy similar al formado por Jordi Masip, Pablo Hervías, Joaquín Fernández, Bruno González, Nacho Martínez; Míchel Herrero, Fede San Emeterio; Fabián Orellana, Óscar Plano; Sergi Guardiola o Marcos André

En ese once hay cuatro sinergias importantes que Sergio González trabajó en la penúltima sesión de la semana. Dando por buena la línea defensiva y el ataque, me chirría el centro del campo. No por los protagonistas, que casan con la idea más básica de Sergio para el doble pivote, sino por la ausencia de Rubén Alcaraz. Que Sergio prescindiese del ’14’ sería la última muestra ilógica de un equipo que no sabe hacia dónde tiene que ir ni con quién. Pese a estar entre varios caminos, el Real Valladolid sabe que la previa de la novena jornada está marcada por la segunda parte de la octava.

Por ello, Marcos André y Pablo Hervías parecen fijos. Dieron un aroma diferente al partido en el Estadio de la Cerámica y Sergio González lo tiene presente. El entrenador, supuestamente, cree en ellos para el duelo de este fin de semana. Lo hace de la misma forma que apuesta por las sinergias, aquéllas que trabajó de forma clara en la sesión del jueves y que deberían ser la base para prepara el duelo del domingo. Si en el día a día no se trabajan esas uniones entre diferentes futbolistas, la excusa de la competición queda muy lejos de ser algo real.

Con todo, el once mencionado tiene muchas de las sinergias que pueden definir a Sergio, salvo, quizás, la del centro del campo. No usar a Rubén Alcaraz sería ilógico porque es uno de ‘sus’ hombres ahora, hace dos años y, si puede, hasta 2022, con el final del contrato del entrenador.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte