La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Táctica Pucela

La fase evolutiva del Real Valladolid, en cinco detalles

El Real Valladolid está esta temporada en una amplia y profunda evolución futbolística. Los de Sergio González están cambiando detalles de su juego que marcan un crecimiento importante y destacado en su estilo. Los pucelanos no quieren una idea nueva pero sí unas puntualizaciones diferentes. Parece difícil poder hablar de un cambio positivo, tal y como lo hace Sergio, desde el último puesto de la clasificación pero lo cierto es que el equipo tiene rasgos que invitan a pensar, entender y encontrar esos puntos de evolución, cambio y mejora.

Pese a que el duelo ante la Sociedad Deportiva Éibar queda marcado por la derrota (1-2) en el último minuto, el encuentro ante los de José Luis Mendilibar es un duelo que a mi entender deja detalles de lo que quiere ser el equipo y cómo avanza para conseguirlo. Olvidándome del amistoso ante el Athletic Club que valió para el XLVI Trofeo Ciudad de Valladolid, los primeros cinco encuentros ante LaLiga Santaner sí que marcan ese objetivo grupal que se ha marcado el Pucela.

Más allá del resultado
Tras esos 450 minutos de juego creo que existen detalles que pueden hacer ver a dónde quiere llegar el Real Valladolid. Son sensaciones individuales sobre hechos y actuaciones concretas, como la presión, la posesión y los protagonistas que lo ejecutan. Todo radica en los jugadores. Lo defendía la temporada pasada y este año es el gran motor para el cambio. Si el año pasado no era lo mismo jugar con Pedro Porro y Joaquín Fernández que con Javi Moyano y Kiko Olivas, los matices que generan jugadores como Fabián Orellana, Shon Weissman y Jawad El Yamiq, entre otros, son muy diferentes a los de otros años.

Antes de llegar al análisis de los jugadores es importante comenzar por el principio del juego. En determinadas fases de los primeros cinco partidos de la competición, se ha visto un Pucela que presionaba fuerte, primer detalle novedoso y diferencial. Los blanquivioleta adelantaban las líneas. Era cuestión de momentos puntuales y concretos. Ante el Éibar, esa presión fue muy alta en los primeros minutos. Los de Sergio González vivían en campo contrario y presionaron con un estilo ciertamente enloquecido. Sin tener miedo a la espalda por el intenso repliegue al que invitan las cualidades de los centrales, los blanquivoleta robaban y corrían. 

El Real Valladolid sabía qué quería y cómo lo debía buscar en esos primeros minutos. Querían mandar desde el inicio y lo hacían con presión alta y mucha posesión. Tener el 72% del balón en los primeros 20 minutos era sinónimo de control, personalidad y evolución. Ése no es el Pucela de las dos últimas temporadas. La fuerza con la que se intentó dominar en los primeros minutos fue muy interesante, tanto como el ritmo de juego del equipo.

Destacando que en ciertos momentos ante el Éibar se vio precipitación y ansiedad en el equipo, como demuestra la lectura del segundo tiempo, el juego blanquivioleta ha ganado en esta temporada en velocidad. Combinaciones, triangulaciones, transiciones… El Pucela aprovecha mejor los desmarques y obtiene mejor resultado de los movimientos ofensivos de determinados jugadores. Es normal. Vivir más tiempo y con más jugadores en campo rival ayuda a ver estos avances.

Los grandes protagonistas
Con un equipo que esté en campo rival y no que siempre aparezca, el Real Valladolid tiene fuerza en las transiciones. Cualquier equipo modesto pero que quiera ser protagonista siempre tiene el objetivo de ser pequeño pero ancho. No busca ser largo pero sí tener ideas y posibilidades en el juego interior. El Pucela las va consiguiendo, tal y como marca el gol de Toni Villa el pasado sábado. Esa transición rápida, intercambiando juego interior y exterior y sumando llegada de la segunda línea es capital para entender a dónde quiere llegar el Real Valladolid.

El Pucela está más conjuntado para atacar, como demuestran los dos goles anotados esta temporada en el Estadio José Zorrilla. El de Míchel Herrero ante la Real Sociedad y el de Toni ante los armeros son goles con cualidades de un equipo que está evolucionando hacia lo que piden sus jugadores. Ellos son los grandes protagonistas. Con ellos, el Real Valladolid puede dominar más las transiciones y tener una lectura con más velocidad y más llegada.

Las nuevas cualidades no sólo están en campo rival sino, también, en el propio. ¿Algún defensa pucelano podía llegar en temporadas pasadas a firmar los registros de velocidad que ofreció Jawad El Yamiq en el duelo? Creo que no y éste es un condicionante claro del nuevo Pucela. Hay velocidad desde su línea defensiva y con ella posibilidad de adelantar la línea. El Real Valladolid quiere asumir ciertos cambios y creo que puede hacerlo ya que no es cuestión sólo de ideas sino de jugadores. El equipo tiene las herramientas para ser más protagonista. El camino no es sencillo y la aventura es costosa pero sabiendo que asumir riesgos futbolísticos es necesario siempre y cuando tengas herramientas para asumirlos, como es el caso.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte