Víctor Fernández es un entrenador experimentado. Ha dirigido más de 800 partidos de primer nivel, siendo 544 en LaLiga Santander, 77 a nivel europeo y 86 en LaLiga SmartBank. Con tantos encuentros, su perfil es el de un hombre hecho y que sabe qué quiere y cómo lo quiere. Muy exigente en la selección de sus jugadores, si el zaragozano te da peso y protagonismo es porque, indudablemente, tienes calidad. Tener «buen pie», como él dice, es capital y Jawad El Yamiq, nuevo jugador del Real Valladolid lo tiene.
No fue casualidad la apuesta que el entrenador aragonés hizo en el central marroquí desde su llegada al Real Zaragoza. Pese a encontrarse, casi de forma inesperada, con el debut en Cádiz, desde su estreno el africano fue un fijo para el exentrenador del Real Zaragoza. Lo fue porque le detectó todas las cualidades que él quiere para su equipo. Con una propuesta abierta y de juego combinativo, Víctor detectó que el nuevo fichaje blanquivioleta tenía atributos para la salida de balón pero, sobre todo, para responder ante la pérdida.
El Real Zaragoza de la pasada temporada era un equipo que solía defender en campo abierto y con metros a la espalda de la defensa. Víctor Fernández exigía a sus jugadores una buena respuesta ante la pérdida y El Yamiq se la daba. Convencido de su estilo y propuesta, el entrenador zaragozano no es un preparador que haya cambiado mucho su idea desde que debutó en La Romareda en marzo de 1991.
El central que se necesita
Es cierto que su propuesta ha sido modernaizada pero siempre desde condiciones de riesgo en la creación, una propuesta abierta y una necesidad de jugadores dotados técnicamente. Con todo, el Real Valladolid se ha fijado y ha firmado a Jawad El Yamiq porque ha visto en él ese jugador que tanto necesita para sumar liderazgo y hechura a la evolución que se quiere hacer en la propuesta de juego pero, sobre todo, en las distancias en las que estará la línea defensiva.
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