La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

En frío

El Real Betis negó el descaro pucelano en 15 minutos

Siendo sincero, la previa de la visita del Real Valladolid al Estadio Benito Villamarín me hacía especial ilusión. Tras los primeros 60 minutos en el estreno liguero ante la Real Sociedades y con el discurso de Sergio González en la previa en el que hablaba de «descaro» y crecimiento, la segunda jornada liguera de LaLiga Santander 2020/2021 era ilusionante. Posteriormente, y pese a que en el cómputo global el equipo no estuviese tan lejos de poder estar en el partido como marca la primera parte, el Pucela no cumplió ninguna de esas ambiciones previas.

En encuentro deja dos fases muy diferencias, casi como ante la Real Sociedad. Analizando justo al revés que en ese encuentro inaugural, el Real Valladolid fue superado de una forma innegable por el inicio verdiblanco. Los de Manuel Pelegrini arrasaron a los de Sergio en el inicio. En creación, presiones, ocasiones y goles, los locales fueron extremadamente mejores que los blanquivioleta. Ese inicio, el penalti, el poco tiempo para asimilar el primer gol, la llegada del segundo… El Pucela saltó mal al terreno de juego y se fue encontrando, poco a poco, con golpes de realidad que desmontaban su planteamiento y el proceso de evolución que pedía Sergio.

Con todo ello, el partido se definió por ese inicio. La claridad de ideas del Real Betis chocó contra un Real Valladolid superado. Sin velocidad, creatividad ni variantes, los pucelanos llegaban con intención de descaro y evolución pero todo fue devorado por un Real Betis con personalidad y carisma. Los primeros 45 minutos locales pudieron enamorar al bando local, todo lo contrario de la segunda mitad. En ella yo no vi un Real Betis superior y sí un Real Valladolid contrariado y sin acierto. Tras el triple cambio del descanso, los blanquivioleta mostraron un camino. No había mucha claridad pero sí un sendero.

Un débil camino pero un camino
Los segundos 45 minutos pedían de un detalle pucelano, una jugada que metiera al equipo en el encuentro y que trastocara la tranquilidad verdiblanca. Los de Pellegrini, basados en los primeros 45 minutos, vivieron muy confiados la segunda mitad. Pese a que en ella sí se vio a un Real Valladolid con cierta verticalidad, llegada y presencia en el área de Claudio Bravo, los intentos de gol eran débiles. Existía una idea y unas ganas de revancha en los blanquivioleta que mejoraron sus prestaciones. No era difícil, es cierto, pero esa mejoría fue insuficiente. Un gol podría haberlo cambiado todo. Con él, los pucelanos se hubieran crecido y los verdiblancos debilitado, pero el equipo visitante no tuvo la fuerza suficiente en el área rival.

Pese a que la entrada de Pablo Hervías, Shon Weissman y Kike Pérez supuso todo aquello que pedía y necesitaba el equipo, la inercia no fue suficiente. El Real Valladolid, como era normal y esperado, mejoró pero de forma incompleta. Así, la reacción quedó muy ensombrecida. Sin un gol nada tuvo sentido y nada pudo quedar demostrado. Con teorías personales y muy subjetivas, el segundo acto del duelo ante el Real Betis me deja la sensación de que el Real Valladolid no estuvo tan lejos de meterse en el partido como marca cualquier análisis y como demuestra la primera parte y los primeros minutos. Devorado el descaro que se esperaba en el Pucela, el equipo tuvo más oportunidades de meterse en el encuentro de las parecidas pero dejando la sensación de que no supo aprovecharlas.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte