Tercer encuentro de pretemporada del Real Valladolid y primera actuación de 90 minutos de una de las dos ideas con las que Sergio González está trabajando. El entrenador blanquivioleta ha propuesto en este verano la idea de potenciar las posibilidades y variantes del equipo desde un sistema con Toni Villa más liberado por los beneficios de un enganche. Teniendo claro que, salvo giro drástico, es un paso para la salida del jugador murciano, esta propuesta de Sergio está potenciando las posibilidades tácticas y de talento que tiene el equipo.
Liberando a esos jugadores con medio, uno o dos pies fuera de Zorrilla, las sensaciones que deja esa nueva versión del Real Valladolid son positivas. Se están viendo buenos activos y, a diferencia de otras pretemporadas, se están potenciando todas las opciones. En veranos atrás, Sergio González sólo miraba al estilo de juego. Por encima de nombres, momento y contextos, el Pucela proponía una idea pero, ahora, se está abriendo a nuevas posibilidades por la realidad del verano.
Exigidos por las fechas y contando con bajas, tanto para el centro del campo como para el ataque, Sergio ha querido que la segunda línea del equipo busque reivindicarse desde un contexto de juego que le favorezca. Pese a que se puede estar señalando a los jugadores de una forma desmesurada, sin llegar al punto de Miroslav Djukic en la pretemporada de 2012, lo cierto es que lo propuesto se rige desde los mejores registros para jugadores como Toni Villa, más liberado, y Sekou Gassama, feliz como único ‘9’ del esquema.
De la misma forma que el ’19’ y el de Granollers se están moviendo bien en los últimos partidos, ocurría en el duelo ante el Sporting de Portugal con Pablo Hervías. El ’11’ se siente mejor con un jugador entre líneas. Le facilita las triangulaciones y le potencia para ganar espacio a las espaldas de los rivales. Mejora para el uno contra uno y en la velocidad con la que llega al último cuarto de campo. Con un mediapunta, Hervías es mejor y potencia parte de sus cualidades, aquéllas que, en su versión, está ocurriendo esta pretemporada con Luismi Sánchez.
Luismi, Aguado, Kike Pérez…
Cumpliendo como central, me niego a ver que el andaluz tenga que estar fuera del Real Valladolid porque sí. Es una variante interesante y polivalente. Tiene detalles ilusionantes, como Kike Pérez y Álvaro Aguado. Es una pena que el jienense no haya sabido elegir ni gestionar su último año y medio. Malas decisiones y malos resultados han marcado a un jugador de un enorme potencial y con un atrevimiento que Kike Perez quiere tener pero que le cuesta. El toledano es el que todo el mundo blanquivioleta quiere ver en el primer equipo pero para ello debe atreverse a entrar en la rueda.
En el final de la temporada pasada «tiró la puerta», como pide Sergio, pero ahora no se termina de atrever a entrar. Parece que pide permiso. En su posición se necesita atrevimiento, que lo tiene, pero, también, una pizca de arrogancia que le falta y que se demuestra con mayor ‘maldad’ en el último cuarto. Ahí debe crecer para las necesidades de un equipo que sigue demandando una mejor versión de Fede San Emeterio. El cántabro tiene un estilo peculiar pero se puede estar quedando corto por la constante sensación de que debe y puede dar más. En ese orden.
Con todo, y sabiendo que este encuentro está condicionado por la inferioridad numérica del Pucela, todo se centra en la sensación positiva que deja el Real Valladolid esta pretemporada. Como en otros años, el equipo tiene más posibilidades de las que parece pero, en esta ocasión, Sergio González sí está queriendo potenciarlas. Pese a señalar esta vertiente como suplente, son varios los jugadores que, desde sus contextos, están llamando una atención que en pretemporadas pasadas no hubieran tenido.