Nueva planificación del Real Valladolid, tercera con Rubén Alcaraz en la plantilla, y nueva disposición en la que se encasilla al jugador en un rol que no explota sus mejores condiciones. Si bien es cierto que el ’14’ defiende muchas de las peticiones de Sergio González para el doble pivote de su esquema en las funciones defensivas, el ex del Girona FC o UD Almería tiene condiciones que pueden dar mucho al Real Valladolid de cara a la una evolución ofensiva.
Sin contar con Anuar Tuhami, que parece necesitar un tiempo fuera de la presión personal que supone el Estadio José Zorrilla y que tiene un juego de conducción para superación de líneas, y en la búsqueda casi ansiosa del Club de un centrocampista ofensivo, el perfil de Rubén Alcaraz podría cambiar para ofrecer al Real Valladolid una liberación a sus problemas de construcción. Desde el primer momento he creído que el ’14’ es un jugador muy completo. Desde el primer momento fue un fichaje destacado y aprobado por la mayoría. Su buen hacer en LaLiga SmartBank le llevó al salto en el Pucela pero, ahora, a un cierto encasillamiento.
Limitado a kilómetros para depurar la salida de balón, el jugador cierra muchas de sus condiciones. Llegador por naturaleza, el Real Valladolid está perdiendo un activo de nivel para el último tercio de campo. Con golpeo, diagonal, pase corto, medio y largo, el fútbol de Sergio González en campo rival crecería mucho con cierta libertad para el ’14’. Cubriéndole la espalda con un activo como Fede San Emeterio, Alcaraz crecería en cualquier disposición en el centro del campo. Ya fuera en el doble pivote o en una formación de tres centrocampistas, el Real Valladolid sacaría más partido a un activo como Rubén Alcaraz que, de no tener nuevos horizontes deportivos, podría caer en la rutina deportiva que viene a ser el sinónimo del estancamiento.
Contra el estancamiento…
Buscando esas nuevas exigencias, el crecimiento será doble. El jugador y el Real Valladolid tendrán una necesaria evolución en su juego. Buscando nuevos frentes y ambiciones, la propuesta pucelana ganará en finalización, fuerza, conducción, carisma y liderazgo en campo rival. Muchas de las necesidades de propuesta que tiene el Real Valladolid está en el aprovechamiento de los perfiles de los jugadores por encima de la idea del cuerpo técnico. Así se desaprovechan condiciones y se convierte el juego en algo previsible y simple porque del encasillamiento injustificado al estancamiento hay sólo un paso y Rubén Alcaraz puede estar encaminado a él.