Las pretemporadas, como norma habitual, no dicen mucho. El resultado global que se haya obtenido en la preparación no invita a ningún camino seguro en el estreno liguero ni, posiblemente, en la primera fase de la temporada. Los dos primeros resultados de la competición tienen más peso y trascendencia en el avance del equipo que la propia preparación y, obviamente, que los amistosos. Por ello, los análisis de esos encuentros se centran más en aspectos individuales y en el conocimiento de nuevos jugadores. Esta lectura es la habitual pero lo es aún más en veranos tan condicionados como el del Real Valladolid.
Con un lista de 28 jugadores para el stage de pretemporada y sabiendo que un alto porcentaje de esos jugadores no van a estar en una plantilla a la que le faltan varios futbolistas, la lectura del primer duelo de la pretemporada pucelana debe ser muy comedida y superficial. Pese a perder (1-0) al Málaga CF en el Marbella Football Center, el análisis que invita el duelo es el que deja ese listado de jugadores y, ante todo, el once de la primera parte. Contar con una pareja de centrales formada por Moi Delgado y Luismi Sánchez demuestra qué se puede sacar en claro de un duelo que, más allá del resultado, no ofrece grandes sensaciones en el Real Valladolid pero sí individuales.
Dando por real la idea de la segunda parte, al centrarse más en la propuesta habitual de Sergio González, como el mismo aseguró tras el duelo, los primeros 45 minutos valieron para confirmar que Moi Delgado debe salir, que Luismi Sánchez está abocado al mismo camino y que Toni Villa, por ejemplo, está cerrando su etapa en el Real Valladolid. Con un pie fuera de Zorrilla, colocarle en una posición que, actualmente, no es destacada para Sergio le señala el camino. Ojalá el ’19’ jugara entre líneas. Mejor le iría a él y al Real Valladolid. Tristemente no es así y valorar ese cambio de posición en el murciano es una prueba más del final de su etapa en el primer equipo.
Individualidades y sinergias
Con los primeros 45 minutos que hizo el equipo y que invitó Sergio a firmar a un lado por lo inimaginables que son, el Real Valladolid comenzó a vislumbrar sinergias importantes de jugadores. Es cierto que no se puede obtener conclusiones globales del duelo pero sí se puede en contexto individual y, obviamente, en parejas. La dupla de Marcos André y Sergi Guardiola en el frente ofensivo no es casualidad. No lo es como tampoco lo es la de Javi Sánchez y Joaquín Fernández o la de Óscar Plano y Fabián Orellana. Sin poder utilizar este stage de preparación como Sergio quisiera ni, tampoco, como él pretende hacer ver, los condicionantes no pueden llevar a grandes análisis pero sí a detalles individuales y a sinergias que se barruntan importantes para la nueva temporada del Real Valladolid en LaLiga Santander.