El Real Valladolid está inmerso ya en la pretemporada 2020 y Sergio González sabe de las dificultades y necesidades a las que se va a enfrentar. Conociendo todas esas exigencias, el entrenador catalán ha firmado este martes su primera comparecencia veraniega. En ella ha repasado la actualidad del equipo y, sobre todo, la importante del stage de Marbella. Pese a lo mucho que queda por cambiar en la plantilla y el «desorden organizado» que es LaLiga para el entrenador blanquivioleta, la concentración en tierras andaluzas es capital para él.
Esa necesidad de estar «24 horas por y para el fútbol» es la mayor demanda de una preparación a la que le faltan y sobran protagonistas casi de la misma forma. Pese a ello, el Real Valladolid y Sergio priorizan en la segunda fase del verano. Sabiendo la exigencia del marcado y la dificultad de un verano como éste, además de la complejidad que supondrán diferentes salidas, Sergio González ha señalado el respeto a todos los activos que tiene en su equipo.
Pese a que todos tienen «clara» su situación, Sergio no ha querido exponerla en público. Dando por hechas situaciones como las de Javi Moyano o Antoñito Regal, el entrenador del Real Valladolid ha optado por un discurso medido y tranquilo. Sabe que todo tendrá «el tiempo adecuado». Pidiendo «paciencia», la primera comparecencia pública de Sergio González este verano se ha centrado en respetar los contratos que tienen los jugadores por encima de las necesidades de su equipo.
Asumiendo tener que vivir el directo del mercado como tras el confinamiento tuvo que hacerlo con el fútbol, Sergio González asegura estar «en buenas manos» de cara al mercado y saber que se deben «posponer situaciones en virtud de las necesidades» globales. Dando mucha importancia a la estancia en Marbella, el mercado queda en un lado porque pese a saber qué necesitar y qué no hace falta, «no tenemos prisa» por cerrar una plantilla a la que Sergio quiere respetar y sobre la que trabajar pese a no estar formada ni por un 70% de lo que, posteriormente, competirá.
Exigentes fichajes
La comparecencia de Sergio González ha estado centrada en el futuro. Parece importante saber qué pasará con determinados jugadores y quién llegará. Para Sergio, no. O, al menos, es eso lo que ha comentado de forma pública. El catalán se quiere centrar en los activos que tiene, pese a que a algunos se les busque la salida, y en los que ya han llegado. Su alegría a las llegadas de Fabián Orellana, Luis Pérez y Bruno González es muy alta.
El fichaje del chileno es un plus pero, también, una exigencia. El jugador da un plus «en el último tercio», una de las grandes debilidades del equipo. Buscando «claridad y calidad en el último pase y en el gol», como tiene el ex de la SD Éibar, el Real Valladolid crece mucho. De la misma forma ocurrirá con las transiciones o los «esfuerzos a alta intensidad» que ofrece Luis Pérez. Con el andaluz se busca un plus, con Bruno González, una realidad. El central canario es, para Sergio, un jugador de «rendimiento inmediato». Con un trato con el balón «correcto», el ex del Levante UD suma condiciones que a Sergio le vienen muy bien antes de la parte importante de un mercado con «mucho margen de maniobra».
Esas posibilidades llevan a que el Real Valladolid no quiera ampliar en exceso sus decisiones, por el momento. El mercado es cambiante y pese a que hay medidas tomadas desde un profundo análisis, Sergio González, por respeto y experiencia, no ha querido tocar la profesionalidad de unos jugadores que, actualmente, pueden no tener sitio en su equipo y sobre los que no tiene sentido trabajar pero que al ser activos del Club tienen la necesidad de ser vistos como tal antes de ofrecer oficialmente su situación en la fase más determinante de un mercado atípico que condiciona una pretemporada a la que Sergio quiere dar tintes de normalidad aunque no lo tenga.