¿Para qué viene Ronaldo Nazário a Valladolid? ¿Por qué elige el Real Valladolid? ¿Qué busca en el club blanquivioleta? En el mundo de las redes sociales que vivimos, y aprovechando los últimos acontecimientos del equipo vallisoletano, buscaría utilizar estas preguntas para señalar al autor de las mismas, pero no dejaría de hacerlo conmigo mismo. Estas fueron las preguntas que me hice cuando hace casi dos años el brasileño se convirtió en el máximo accionista del Club. En septiembre de 2018 no entendía por qué el Real Valladolid ni veía el rendimiento que el Club podía obtener de tal llamativa llegada.

Pasados casi dos años de aquello, el proyecto de Ronaldo va tomando forma y va dando pasos para cambiar la historia del Club y modernizar el deporte de la ciudad. No me gusta adentrarme nunca en entresijos más allá del fútbol y del primer equipo del Real Valladolid, pero el movimiento realizado por la entidad en las últimas horas con la unión con el CBC Valladolid confirma que Valladolid tiene todo lo que necesitaba Ronaldo de la misma forma que la ciudad ha encontrado en el brasileño a la persona que gran parte de su deporte necesitaba al hacer que su proyecto no sea ya blanquivioleta sino vallisoletano.

Siendo innegable, como el propio Carlos Suárez aseguró en la rueda de prensa de presentación del brasileño, que el Club necesitaba un espaldarazo destacado e importante como el que suponía la llegada del exjugador, el tiempo muestra que él y su amplio equipo de trabajo están siendo una bocanada de aire fresco para el deporte de una ciudad que había dado una bajón en su competitividad deportiva.

Desde la lejanía, y con todo el respeto, Valladolid y las entidades deportivas más fuertes y de mayor relevancia pedía una modernización, aquélla que me costó ver con la llegada de Ronaldo pero que ahora se confirma con los muchos proyectos internos del fútbol pero, también, con la salvadora y relevante unión con el baloncesto.

Un espaldarazo para Valladolid
La creación del Real Valladolid Baloncesto es, desde mi humilde y casi desconocida opinión, el golpe que la ciudad vallisoletana necesita para volver a tener un equipo de ACB pero, ante todo, una entidad respetada. Analizando parte de los motivos por los que el equipo no ha conseguido oficializar el ascenso que se ha ganado en la cancha, entiendo que la entidad necesita un respaldo, un peso y un respeto que una entidad como el Real Valladolid puede proporcionar y más si su imagen lleva el nombre de un deportista del prestigio de Ronaldo Nazário.

Queriendo seguir siendo prudente con el proyecto del brasileño en Valladolid, la realidad sí que me dice que Valladolid ha encontrado en Ronaldo al faro que necesitaba y no sólo en lo que al fútbol se refiere. Creyendo que éste no será el único movimiento de nivel que se firme desde el Estadio José Zorrilla, la actualidad me lleva a pensar y creer que la unión entre Ronaldo y Valladolid ha sido, hasta el momento, perfecta porque los dos ofrecían los que el otro necesitaba.

El margen de crecimiento que tenía y tiene el deporte vallisoletano, la necesidad de crecer para no vivir del día a día, el objetivo de volver a ser lo que deportivamente se fue y la exigencia de conseguir el respeto merecido se comienzan a vislumbrar. Ya sea desde la propia ciudad o a 400 kilómetros de ella. Por todo ello, no queda más que elogiar lo conseguido a nivel de imagen y de institución, aquéllo que hace que las suspicacias y los recelos sean menores ante proyectos deportivos y los riesgos que estos conllevan siempre.