La temporada 2019/2020 ya ha terminado y es momento de mirar al frente y analizar el pasado para crear el futuro. Los análisis se agolpan en la mesa de Miguel Ángel Gómez para la toma de decisiones en la que será su tercera temporada en LaLiga Santander con el Real Valladolid. Entre el dilema de cómo sustituir a Kiko Olivas, las dudas sobre el centrocampista ‘ofensivo’, los nuevos fichajes y los cedidos que puede llegar al equipo, entre otros temas, están también diferentes jugadores de la primera plantilla que parecen estar en el alambre como Toni Villa.
La discreta temporada del ’19’ blanquivioleta es innegable. El murciano no ha conseguido ser el jugador diferencial que comenzó siendo en la temporada 2018/2019 y desde el Club se ha cambiado la percepción que se tiene sobre él. Si bien hace poco más de un año se valoraba su perfil como el de un futbolista de futuro y capital para el Club, llegando a ser renovado el pasado mes de noviembre, su mal entendimiento con el estilo de Sergio no le deja en la rampa de salida pero sí con un cartel muy diferente al de hace sólo unos meses.
Creyendo de forma vehemente que Toni Villa es un jugador diferente a lo que tiene el equipo ahora y que se asemeja mucho al idolatrado perfil de Fabián Orellana, nuevo jugador, la situación del futbolista y su disminución en las propuestas y en los papeles de Sergio obliga a preguntas directas: ¿Por qué no ha rendido Toni Villa como se esperaba de él? ¿Por qué no ha evolucionado como se quería? ¿Qué le ha faltado para poder obtener ese salto? ¿Por qué no ha mantenido el nivel?
Nadie del entorno blanquivioleta duda de la calidad del jugador, sí de su crecimiento y evolución y, por ello, hay que preguntarse el porqué del estancamiento y cómo recuperar al futbolista para volver a ver de lo que es capaz en el juego entre líneas, la conducción… Toni tiene un estilo que no tiene nadie más en el vestuario blanquivioleta y quizás es por ello por lo que se le pide y exige de otra forma. El ’19’ es un jugador que más encara del equipo, el que más metros recorre hacia portería rival, el que más regates propone… Es el futbolista que más se sale de la propuesta de Sergio y, por ello, se le mira con otros ojos. En la exigencia y en los análisis.
Desde el estilo de juego
Obviamente no tiene buenos números, en goles y asistencias. Es algo innegable. Pese a ello, y sabiendo la calidad que tiene, la insistencia que ofrece en el juego y el empuje del que siempre dispone, el Real Valladolid no puede renunciar a preguntarse por qué no ha evolucionado Toni en la última temporada. En la propuesta del equipo es capital entender que no se han dado las herramientas y posibilidades necesarias al jugador para mostrar su mejor juego. Sería fanatismo negarlo. Sergio se ha centrado en exceso en su idea y propuesta y ha dejado atrás parte de las condiciones de juego de sus mejores jugadores. Toni no es el único, Óscar Plano también tiene ese problema, pero el murciano es el más perjudicado.
En funciones de extremo, cuando podría sumar mucho al Pucela en la zona de segunda delantero, con juego interior y peso entre líneas, Toni se ha quedado arrinconado en el Real Valladolid durante la temporada pero, sobre todo, tras el confinamiento. Sabiendo que tiene fútbol, calidad, posibilidades y gestos diferenciales, el Club debe valorar que quiere hacer con un jugador que, detallando el estilo de juego como supuestamente se quiere hacer, sería diferencial. Con algunas herramientas más para el estilo del jugador, Toni explotaría y el Real Valladolid lo agradecería. Por juego, resultados y potencial aprovechado.