El Real Valladolid no va a tener un verano fácil. Debe tomar muchas decisiones y alguna de ellas de importancia. Sustituir a Kiko Olivas, reforzar el ataque, continuar con los detalles futbolísticos propiciados con las llegadas de Fabián Orellana y Luis Pérez… Va a ser una ventana de fichajes de alta exigencia y desde el Estadio José Zorrilla se va a mirar con fuerza a dos demarcaciones. A la relevancia de firmar un ‘9’ de envergadura y peso se suma la necesidad de reforzar el centro del campo con un jugador ‘ofensivo’.
Sin comprar parte del argumento de Sergio González en la clara división de perfiles y funciones que hace para el doble pivote, la realidad habla de la necesidad de que el Pucela firme un jugador con claridad para la construcción, determinación para el último pase y unión con el gol. El jugador que mejor ha definido este perfil desde la llegada del entrenador catalán es Míchel Herrero. Pese a que Rubén Alcaraz cumpliría muchas de las necesidades y exigencias de Sergio para el puesto, parece claro que el Real Valladolid va a reforzar el centro del campo y a hacerlo con un jugador que, supuestamente, será diferencial. Asumiendo esa necesidad, el análisis debe ir desde los criterios impuestos por el modelo de juego de Sergio González.
La propuesta del entrenador blanquivioleta es muy clara y pese a que se mire y busque una evolución, ésta no llegará de forma desmedida ni rápida. Poco a poco, paso a paso, victoria a victoria… La evolución del estilo de juego del Real Valladolid no depende en exceso de los jugadores ni, tampoco, de la llegada de un centrocampista ofensivo. Hay mucho más. Pese a que pueda llegar al Estadio José Zorrilla un jugador de grandes cualidades en campo rival e, incluso, en el último tercio o último cuarto del terreno de juego, todo va a depender de Sergio González y es por ello que hay que analizar el perfil y las condiciones que tiene que tener ese jugador.
Luis Milla, Roque Mesa, Sergi Darder…
Usando tres de los nombres vinculados, en mejor o peor manera con el proyecto, se ven tres perfiles diferentes y tres estilos que no sentarán igual de bien a la propuesta actual de Sergio. En esos encuentros lentos, de pocas ocasiones, marcadores bajos y riesgos mínimos que propone este Pucela, me chirría la opción de Luis Milla. Es un gran jugador, tiene condiciones con el balón muy buenas, pero no casa con la propuesta pucelana. Su conducción, su necesidad de protagonismo y lo desprotegido que puede quedar en el doble pivote hacen que la suya sea una candidatura débil en ciertos aspectos fundamentales para Sergio.
Además sería una opción ‘cara’, lo que resta posibilidades a una evolución pausada. Si el Real Valladolid abona alrededor de tres millones por un centrocampista, el jugador debería tener peso desde el principio. Sergio González estará exigido en exponer y utilizar al jugador, algo que a Luis Milla en este Real Valladolid podría no favorecerle. Sin bagaje en LaLiga Santander, el jugador del CD Tenerife necesitaría de una fase de adaptación y evolución, algo que no pedirían Roque Mesa y Sergi Darder.
Pese a que estos sean simplemente nombres vinculados con el equipo sí son perfiles diferentes de lo que puede ser el centrocampista ofensivo que quiere Sergio González y que tanto demanda el entorno blanquivioleta. Entre Darder y Mesa hay muchas diferencias entre lo que pueden sumar al equipo. Por lo visto en los 169 y 139 partidos, respectivamente, sumados en Primera división, el balear puede casar más con la idea de Sergio. Desde su mayor base en el doble pivote hasta su mejor control del juego posicional, el ex de Málaga CF y Olympique de Lyon casa más con el estilo actual de Sergio.
Es cierto que el juego de Roque Mesa gusta por la capacidad de asumir y ser volátil. Con el grancanario, el Pucela tendría más hechuras para construir y mayor fuerza para las transiciones por la verticalidad que impone desde el primer pase. Pese a ello, la faceta llegadora y ofensiva del jugador quedarían relegadas al tener cualidades y ser diferencial en aspectos que el actual Real Valladolid no usa. Por ello, los condicionantes que debe analizar el Real Valladolid para firmar a ese jugador de carácter ofensivo y buena lectura en goles y asistencias y que valga para hacer crecer al Pucela pero, también, para sustituir a Míchel, tiene muchos matices.
Independientemente de la edad, la procedencia del salto e , incluso, el nombre, el Real Valladolid debe analizar con fuerza todos los rasgos que definen al jugador que busca. Sabiendo que Sergio González rompe tanto las peticiones a su pareja de centrocampistas, es determinante saber cuántas de las demandas al jugador creador, creativo y de campo contrario cumplen los perfiles analizados y ofrecidos. ¿Favorece a la mejor versión de Luis Milla el estilo de Sergio? ¿Es Roque Mesa ese jugador para sumir peso protagonista en campo rival ¿Tiene Sergi Darder las condiciones para rendir y entenderse junto a Rubén Alcaraz? Éstas son sólo tres de las muchas preguntas que deben analizar en las próximas semanas en el Estadio José Zorrilla para un movimiento demandado como capital pero que, quizás, no es tan prioritario.