El Real Valladolid ganó (1-0) al Deportivo Alavés y consiguió casi al 100% la salvación en LaLiga Santander. Con estos contextos, la victoria parece que sólo ofrece detalles positivos, pero no es así. De la misma forma, la derrota (2-1) en el Estadio de Mestalla no deja sólo detalles negativos porque el buen hacer del equipo en el duelo deja, nuevamente, la obligación de leer desde el resultado y no el resultado.
Leyendo desde lo que ofrecen dos números se pueden entender mejor el fútbol y ver más claro qué puede puede ofrecer el partido y no sólo el resultado. Negándome a hacer un análisis sólo resultadista del encuentro, creo que el partido en Mestalla ofrece, nuevamente y hasta confirmar y ratificar, los credenciales que tiene este equipo, las variantes tácticas sobre las que se puede evolucionar y la fuerza del equipo para los últimos encuentros de la temporada.
Desde
Pese a que no sea un gran admirador del estilo y la propuesta de Sergio González, siempre he elogiado la fuerza con la que el catalán ha convencido a su plantilla y ha creado una identidad y una personalidad. Desde ella, el Real Valladolid es seguro y se ha ratificado que el equipo seguirá en LaLiga Santander si miramos más allá del resultado y del gol de Lee Kang In. ‘Desde» es, según la RAE, una preposición que «denota el punto, en tiempo o lugar, de que procede, se origina o ha de empezar a contarse una cosa, un hecho o una distancia» y es la base para leer este resultado y otros muchos del Real Valladolid.
Desde una victoria en la primera jornada hay que leer, desde un objetivo conseguido hay que saber entender qué ofrece y desde una derrota dolorosa, por cómo y cuándo se produce se debe mirar, hay que ver claridad. En esta ocasión, esa lectura invita a ver que el Real Valladolid ha certificado su continuidad en LaLiga Santander pese a encajar un gol en los últimos minutos de un encuentro en el que los blanquivioleta llegaron a ser mejores que el rival. La situación del equipo invita a mirar desde ese gol y no sólo ya el gol.