Es imposible que Fabián Orellana, futuro jugador del Real Valladolid, triunfe de blanquivioleta si no se entiende quién es y cuál es su perfil. El chileno no es un jugador más, ni muchos menos. Se trata de un futbolista con condiciones muy positivas para el juego de Sergio pero, a la vez, un activo de trato personalizado e, incluso, polémico. Sabiendo que tiene ese punto único sobre el terreno de juego, el chileno no quiere ser uno más, como tampoco lo busca Hatem Ben Arfa.
Pese a que el francés llegó al Estadio José Zorrilla fuera de forma, algo que ha mejorado poco a poco, el ‘3’ no es ese perfil de jugador que va a tirar la puerta desde los entrenamientos. Ben Arfa quiere jugar, obviamente, pero sus formas de pedirlo son diferentes a aquellos jugadores que tienen que demostrar algo por lo que a él se le fichó. Por ejemplo, Miguel de la Fuente no se va a ganar los minutos como Ben Arfa. Miguel, como otros muchos, debe llegar a su mejor estado de forma desde el entrenamiento. Ben Arfa no es que no lo tenga que hacer, es que no lo hará.
El ex del Newcastle o PSG recibió la oportunidad del Real Valladolid estando sin equipo. Se le firmó por ser quién es y no por cómo estaba. Ahora, en un momento importante y en el que todos esperábamos un papel diferencial del jugador, Sergio González debe confirmar cuál es su situación real. El entrenador catalán está siendo muy ambiguo en sus declaraciones sobre el jugador y deja sus posibles participaciones en el aire. Hace semanas ilusionó al entorno para, más tarde, frenar la ilusión y, ahora, confirmar, como mínimo «una oportunidad».
Ben Arfa no es uno más
¿En una única oportunidad se puede esperar algo de Hatem Ben Arfa? ¿Tan necesario es, como aseguró Sergio, que se cree el «entorno más propicio para él? ¿Es imposible que el francés pueda sumar dentro del estilo de juego del equipo? Estas y otras muchas preguntas tienen su respuesta sabiendo que un jugador como Hatem Ben Arfa nunca va a salir solo del papel en el que actualmente se encuentra. «Entrenando y trabajando bien», como Sergio ha confirmado en la previa ante el Getafe CF, debe ser suficiente para que el jugador tenga una buena y consistente oportunidad. Debe tener un trato diferente y casi especial porque él no es uno más y porque siendo tratado como uno más no rendirá, como tampoco lo hará Fabián Orellana la próxima temporada.