Real Valladolid y Celta de Vigo se repartieron los puntos en el Estadio José Zorrilla en un partido que confirmó qué importantes son los detalles y cuánto suman los puntos de inflexión en encuentros entre rivales directos. De la misma forma que el gol de Enes Ünal fue crucial en la victoria (1-2) en el Estadio de Butarque, la actuación de Jordi Masip lo fue en el encuentro ante el Celta. La importancia del portero catalán no está sólo en el penalti parado, que también, sino en la acción al poco de iniciarse la segunda parte. El gran disparo de Iago Aspas tuvo una gran reacción del ‘1’ que definió el duelo, como el gol de Ünal en Leganés.
En un deporte y en un momento en el que el resultadismo se impone en todo los análisis, la actuación de Jordi Masip es crucial para no hacer que el Celta de Vigo se llevase una «justa» victoria de Valladolid. Si una de esas dos acciones de Iago Aspas hubiera terminado en gol, los gallegos se hubieran impuesto y todos los análisis positivos hubieran sido enterrados. Así, el ‘examen’ al duelo es sencillo: Jordi Masip salva un punto y se convierte en el segundo gran héroe del Real Valladolid tras el reinicio.
Doble cara en diferente orden
Creyendo que el duelo volvió a estar en los detalles, hay cierto paralelismo con el encuentro de Leganés. Como en Butarque, hubo dos versiones del Real Valladolid: una mejor y otra peor. Curiosamente, en orden diferente a Madrid. Una sensación mejor en la primera parte dio paso a una versión débil del equipo en los segundos 45 minutos. Al Real Valladolid le cuesta ser regular y tener fuerza en ataque, algo que ha quedado claro en toda la temporada y en este reinicio.
Con las transiciones como parte importante del estilo de Sergio, estas tienen poca fuerza por la carencia de un jugador de buena conducción y liderazgo en la zona central. Así resulta tan atractivo ver jugar a Toni Villa. Es cierto que no termina de saber decidir y que le cuesta tomar protagonismo en determinados momentos pero de la misma forma queda claro que es único en la propuesta blanquivioleta para ser diferente, diferencial y definitivo. Como pudo ser Aspas de determinante en el partido de Zorrilla lo fue Toni en los intentos del Real Valladolid pero ambos, gallego y murciano, no tuvieron acierto en un partido en el que han confirmado su importancia en la base de sus respectivos equipos.