El éxito del Real Valladolid en la visita al Estadio de Butarque es elevadísimo. Los tres puntos conseguidos en el reinicio de la competición tienen una trascendencia capital para los intereses pucelanos. La enorme alegría por la victoria blanquivioleta no quita la exigencia por ver un equipo menos incómodo que el de los primeros 45 minutos, aquél que estuvo a merced del rival y que sólo pudo salir de su campo en pequeños ramalazos. Esos aislados movimientos estuvieron dirigidos por Enes Ünal, el gran protagonista del partido y el gran artífice de la victoria más importante de la temporada, por encima incluso de la conseguida (2-1) ante el RCD Espanyol.
El turco fue el gran protagonista del partido por ser el más listo y el más acertado en el factor diferencial de esta fase de la temporada: los detalles. El equipo de Sergio González no tuvo más ocasiones que el rival pero sí tuvo mucho más acierto que los jugadores de Javier Aguirre. Estuvo más fino y más concreto y fue, en gran parte, por el excelso partido que firmó el turco. Además de por el tempranero gol que, indudablemente cambió el duelo, el ‘9’ fue capital en todos los intentos del Real Valladolid de estirarse, de vivir en campo contrario y de ser fuerte en la defensa.
Entre Ünal y Alcaraz
Su partido fue muy bueno pero no resume el duelo del Real Valladolid. El equipo de Sergio estuvo, sobre todo en los primeros 45 minutos, muy lento y falto de ideas para la construcción. No mostró el atrevimiento y el descaro que Sergio quería en la previa. El once titular de Sergio González limitaba al equipo en creación y obcecaba su propuesta en transiciones y jugadas rápidas y exteriores que nunca llegaron. Independientemente del perfil de los centrocampistas entres los que no estaba Míchel Herrero, el Pucela tenía el problema en la zona interior. Sin una referencia ni un líder en esa zona para liderar los contragolpes, el equipo no se podía estirar y sólo conseguía quitarse la insistencia rival por las ayudas, apoyos y referencias que ofrecía Enes Ünal.
El turco era el faro de los intentos de avance que buscaba Rubén Alcaraz. Entre ‘9’ y ’14’ ofrecieron esperanza a un equipo que supo dominar los detalles para anotar dos goles pero que no estuvo fino ni del todo acertado, como demuestra el grave error de Mohammed Salisu que terminaría en el gol pepinero y en un importante susto en el Pucela. Pese a este versión poco atractiva, los tres puntos son oro para los intereses pucelanos y llegan gracias al dominio de los detalles y la fuerza y convicción en ellos que ofreció Enes Ünal.