El fútbol está próximo a volver. Con nuevas normas, con nuevos roles, con grandes variaciones, con grandes dudas, con elevados miedos… Se espera una nueva versión de este deporte y, con todo, el Real Valladolid llega con la misma plantilla con la que disputó hace ya más de dos meses el último duelo. Las mismas carencias, las mismas limitaciones, las mismas virtudes sin explotar y el mismo estilo de juego. El equipo de Sergio González no va a cambiar mucho su esencia ni su respuesta aunque existe un factor que puede ser diferencial en los detalles del juego: Hatem Ben Arfa.

Hablar del francés es hacerlo de un jugador fuera de forma y al que le falta mucho para estar a su mejor versión. Esa situación no era nueva cuando quedó demostrada sobre el terreno de juego porque se le presuponía a su llegada y en los condicionantes de su fichaje. Ben Arfa llegó al Estadio José Zorrilla con una gran desventaja con sus compañeros, algo que no redujo en exceso él pero que se ha minimizado considerablemente en los últimos dos meses. Con más de ocho semanas sin competir ni pisar un terreno de juego, el francés habrá perdido parte de la inercia adquirida de blanquivioleta pero él, como el resto de sus compañeros y rivales.

Con todo, la diferencia entre el estado de forma del ‘3’ y la competición será menor y, así, se podrá ver un jugador más diferencial y más determinante. Estando a un buen nivel de sus opciones reales, Hatem Ben Arfa podrá sumar mucho al objetivo del Real Valladolid y en una competición como la que se espera, también. LaLiga Santander va a vivir 11 jornadas de escaso nivel. Serán partidos en los que se arriesgará muy poco y en los que, según lo previsto, se irá más que nunca al error del rival y a un detalle diferencial. Bajo ese prisma, el atacante francés puede ser mucho más resolutivo de lo que se ha mostrado.

La parte positiva de este parón futbolístico
Hasta la fecha, Ben Arfa ha sido sólo nombre y figuración. Ha generado mucha ilusión y expectación pero no ha sumado nada en las dos breves aportaciones que ha tenido en sus dos únicas convocatorias. En el futuro que se espera, con la citación casi asegurada y con la oportunidad de las cinco sustituciones, las diferencias entre un jugador que podría ser diferencial en el Real Valladolid y el resto será menor. Se han igualado los estados de forma y, por lo tanto, las fuerzas en la demostración de que todo tiene un punto positivo, hasta un parón futbolístico como el vivido en la actualidad.