Reflexionando en la situación de Miguel de la Fuente y su más que posible no renovación con el Real Valladolid, como ya he hecho en ElDesmarque Valladolid, me he puesto en una situación hipotética pero que creo que no debe ser muy lejana de la que podría tener planteada el Club, y que menos atrae al jugador. Esa situación es que Miguel renueva y amplía su vinculación con el Pucela más allá del año 2021. La opción de que el de Tudela de Duero sea visto como un proyecto a largo plazo en el Real Valladolid crecería. La exigencia a corto y medio plazo ya no sería alta y se le vendería una cesión como el mejor camino para llegar al primer equipo. Sería ese último paso antes de, posiblemente, tener el ofrecimiento de llevar el ‘9’ del Real Valladolid.
Suena bien pero, posiblemente, injusto e innecesario porque el momento para cederle ya pasó. Tengo la sensación, y ésta ya es una opinión muy personal, que el futbolista no quiere hablar de cesiones para su futuro. Buscaba una apuesta real en su juego. Miguel desprende esa sensación de necesitar ser protagonista para poder rendir. El Promesas se la ha dado y él ha respondido con creces. Las dudas y las medias apuestas de las primeras temporadas habían desaparecido y, con todo, el jugador rendía por encima de la media. Esta sensación ya estaba en el ambiente en el pasado mercado de invierno. Miguel, entonces, ya parecía haber cumplido su etapa en Segunda división B.
Con los 14 goles que ya atesoraba a finales del mes de enero, el de Tudela tuvo ofrecimientos de jugar en Segunda división. Seguro. La situación era proclive para que el jugador diera un paso más y se terminara de formar lejos de su casa y de su entorno. Un cambio de aires siempre viene bien para madurar, como ocurre con un Erasmus. Un año lejos de las comodidades familiares hace madurar y a Miguel de la Fuente le hubiera venido muy bien un etapa así. El Real Valladolid no valoró está opción y se centró en la clasificación del equipo de Javi Baraja.
El play off de ascenso del Promesas
La pelea por el play off de ascenso era ilusionante y el Club no podía perder al jugador ni, posiblemente, el futbolista quería dejar escapar su relevancia en un hito histórico del filial. Se miró a corto plazo, por un rendimiento inmediato y por una decisión cómoda, sin riesgos. Posiblemente fue un error en la progresión del jugador y un punto clave en la situación que se vive actualmente. Miguel, como se ha contado en ElDesmarque Valladolid, tiene asumido no seguir de blanquivioleta y, posiblemente, los tiempos en los que se ha valorado o descartado una cesión tengan influencia en ello. El jugador se ve a préstamo en la temporada 2020/2021 cuando lo que le pide su fútbol, ambición y realidad es LaLiga Santander. Con Miguel había que arriesgar y el plan futbolístico conservador ha fallado.