Hatem Ben Arfa ha sido visto y no visto en el Real Valladolid. En la segunda oportunidad que tuvo, fue convocado. En el empate (1-1) ante el Villarreal CF, el francés vivió sus primeros minutos como jugador blanquivioleta pero el resultado no fue positivo. Tras la experiencia, Sergio puso un tiempo de trabajo al jugador. Necesitaría «dos semanas» para volver a una citación. Dicha exigencia se ha cumplido y el jugador está, nuevamente, disponible para Sergio. El catalán se plantea la inclusión del futbolista para el duelo de este domingo ante el Athletic Club por las sanciones de Sergi Guardiola y Miguel de la Fuente.
Sin ellos, el principal candidato para tomar el puesto del ‘7’ en la lista es el francés, un jugador que tampoco ha cambiado mucho en las últimas semanas. Asentado ya en la ciudad, con decenas de entrenamientos con sus compañeros y con un plan específico diseñado propiamente para él, la exigencia para un futbolista del perfil del ‘3’ debería ser mayor. O la petición o su respuesta deberían ser más altas porque el tiempo pasa y la opción de que sume se puede empezar a esfumar. Sabiendo que a Ben Arfa no se le podía pedir la inmediatez que, por ejemplo, sí ha ofrecido Raúl García Carnero, la respuesta y la evolución que el jugador está ofreciendo es nula y la necesita para poder mostrar detalles de su mejores versión.
Conscientes de que Hatem Ben Arfa no va a estar en el Real Valladolid a su mejor versión ni cerca de ella, el Real Valladolid y el propio jugador deben apretar para llegar a un estado mínimo que permita al jugador ofrecer su estilo. Ben Arfa es un activo individualista. Necesita encarar, regatear y superar rivales con balón. Para ello no debe tener una capacidad de resistencia muy alta, más que nada porque va a competir siempre desde pequeñas fracciones de tiempo, pero sí que debe tener conceptos de fuerza y, sobre todo, de velocidad. Para encarar y regatear debes estar fresco y, obviamente, Ben Arfa no lo está y eso que ya suma ya más de un mes en España.
Otra breve aportación
En todo ese tiempo, el jugador ha mantenido un perfil bajo, muy bajo. Sin declaraciones y sin protagonismo, se ha mostrado un jugador sin casi ambición, el mayor peligro para este perfil. Con ello, el primer mes del jugador en España ha pasado y se ha quedado en el olvido porque sólo ha servido para un pequeña evolución en su estado físico, como tristemente demostrará la aportación que pueda ofrecer en el duelo de este domingo ante el Athletic Club en el Estadio José Zorrilla.