Hablar de Hatem Ben Arfa es fácil. O complejo, según se vea. El francés es mundialmente conocido y no necesita presentación. Es todo lo contrario de los jugadores que suelen llegar del extranjero al Estadio José Zorrilla. Todos ellos la necesitan; el francés, no. Su larga carrera y su experiencia en grandes ligas le hacen ser un futbolista reconocible, tanto como para que se entienda su desembarco en un equipo como el vallisoletano. Sin los condicionantes no sería blanquivioleta. Como tantos otros jugadores, Hatem Ben Arfa llega al Real Valladolid para dar un empujón a su carrera definiéndose como una oportunidad irrechazable.
Atrevido y descarado
El perfil de jugador que es Hatem Ben Arfa es conocido. Se trata de un futbolista polémico, de enorme calidad pero de cuestionable realidad. Dejando la sensación de que pocas veces ha conseguido estar al 100% de sus posibilidades, el Real Valladolid ha cerrado la incorporación de un futbolista que puede ser diferencial sin estar a su máximo nivel y que puede reducir ciertas de las necesidades de juego del equipo.
En los últimos paridos, Sergio González ha diseñado bien los duelos. Ha sabido dar con la clave del juego que necesitaba el equipo pero se ha quedado sin respuestas para la segunda parte. Dentro de los esquemas utilizados, el Pucela no ha tenido fuerza para dar un plus en el segundo acto o para aclimatarse a las peticiones del duelo. No lo ha hecho, principalmente, por la falta de atrevimiento del equipo.
Un equipo bien armado defensivamente necesita fuerza para las transiciones ofensivas. En la derrota (0-1) ante el Real Madrid no existió esa velocidad para correr tras el robo. Es una carencia que el Pucela ha tenido desde su regreso a Primera división y que Hatem ben Arfa puede ayudar a solucionarlo. El fútbol moderno está marcado por las transiciones. El juego posicional está en cierto declive y las transiciones son vitales para todos los equipos. El Real Valladolid no es fuerte ahí y el francés puede ayudar mucho.
Robando tan atrás como suele hacer el Pucela, lo destacado no es la velocidad sino la primera decisión. Superar la primera presión del rival es determinante y Ben Arfa tiene esa claridad. Le caracteriza el atrevimiento, el descaro y la personalidad, los rasgos que necesita el equipo de Sergio para ser más fuerte en campo rival. Desde el dominio del regate y la técnica individual, el Pucela se ha hecho con un talento descomunal para limar parte de las carencias del juego ofensivo del equipo.
Detalles
Ben Arfa puede ayudar mucho al Real Valladolid en las jornadas que quedan. Puede ser determinante en pequeñas fracciones y en momentos y contentos muy determinados. El francés no llega al Estadio José Zorrilla para sobrepasar los 1.000 minutos de juego. Es inimaginable que pueda llegar a esa cifra. Tiene demasiados condicionantes para hacerlo. Eso sí, las aportaciones que puedan hacer serán cruciales.
El fútbol lo sigue teniendo y el liderazgo, también. Sabiendo que todo lo que llega en el mercado de fichajes en las condiciones de Ben Arfa sólo puede detallar la realidad, el francés cumple el perfil que necesita el equipo. Un jugador de espasmos, de jugadas determinadas y diferenciales que puede aportar mucho.
En momentos de penumbra ofensiva y en las fases en las que quema el balón y pesan las decisiones, Ben Arfa no tendrá problemas en asumir galones. Llega a Valladolid para ello. No será un jugador que mire a la clasificación ni a los objetivos grupales. El jugador llega para reflotar su carrera y tomar inercia para los últimos tres o cuatro años de su vida deportiva. En este momento, manda el egoísmo, aquél que, sobre el terreno de juego, necesita el equipo y que tanto bien le hará al Real Valladolid si los primeros detalles del jugador son positivos.
Esas pequeñas fracciones de juego que pueda vivir el nuevo jugador blanquivioleta definirán su aportación en Valladolid. En un inicio se trata de la llegada de un jugador descomunal y de un talento colosal para limar y suavizar ciertas carencias del juego ofensivo del equipo, aquéllas que, por ejemplo, no permitieron más del empate (0-0) en Pamplona o que no dejaron ser ambicioso al equipo ante el Real Madrid.