Las carencias del Real Valladolid en el puesto de lateral izquierdo han sido altas desde verano. Lo son y no sólo en el puesto del ‘3’ sino en todo el flanco zurdo del juego. A los blanquivioleta le faltan jugadores de pierna dominante zurda y lo nota, ahora, en las limitaciones que hay para sustituir a Nacho Martínez. El ’22’ lleva lesionado varias semanas y Sergio ha destapado todos los problemas para sustituir al madrileño al perder la naturalidad que le había caracterizado desde su llegada al Real Valladolid.
Desde la naturalidad
Sergio González llevaba poco más de un mes en Valladolid y tenía el partido más importante. La visita a Zaragoza podía confirmar el play off de ascenso, pero el equipo llegaba a La Romareda con una baja muy importante: Nacho Martínez, sancionado. En su lugar, salvo sorpresa, estaría Borja Herrera, un jugador con apenas un puñado de minutos y que sólo había disputado seis desde el cambio de entrenador. Ese cambio en el banquillo pucelano había impuesto la lógica en las decisiones futbolísticas. El Real Valladolid se regía desde la máxima normalidad y, así, el lateral grancanario fue titular en el duelo ante el Real Zaragoza. Pese a la derrota (3-2), Borja Herrera disputó un gran partido. Asistió a Toni Villa en su gol y firmó un notable encuentro. Lo hizo, muy posiblemente, gracias a la naturalidad.
El actual jugador del Maccabi Netanya FC de Israel sabía cuál era su situación. Tenía claro que Nacho estaba por delante de él. Por una cuestión de preferencias o gustos, Sergio confiaba en Nacho y Borja lo entendía. Aceptaba la situación y se esforzaba en aprovechar cualquier oportunidad. Estar en un segundo plano no era sinónimo de que no gustase a Sergio. Era un recurso del equipo que el técnico iba a aprovechar, algo que no está haciendo esta temporada en una situación parecida y en el mismo puesto. En aquella temporada 2017/2018, la salida de Nacho fue mucho más esporádica que la actual pero no por ello no deja de tener similitudes. Pese a ellas, el análisis de esta situación refresca la realidad de las cualidades del equipo. Dejando a un lado el Real Valladolid Promesas, desde el verano existen carencia de jugadores zurdos. Siempre pensé, como así expresé en diferentes oportunidades, que el equipo necesitaba un extremo zurdo. Además, yo hubiese firmado otro lateral izquierdo, creyendo que Fede Barba no era lo que necesitaba el equipo.
Carencias expuestas
Con todo, no dejan de existir recursos para el lateral izquierdo. Obviamente, e incluso sin la lesión de Nacho, el carril zurdo era una prioridad para el mercado invernal pero, hasta ese momento, el equipo se podría haber gestionado y aprovechado de otra forma. Los de Sergio González cuentan con tres opciones para el lateral zurdo. Es cierto que Fede Barba no es el perfil idóneo pero sí un parche sobre el que, quizás, no se deberían haber señalado tanto las carencias de un jugador tan válido como, quizás, necesario para el Pucela. En mi opinión, Fede Barba no es lateral izquierdo pero sí puede cumplir como tal. Se le ha utilizado para dar descanso a Nacho pero no para sustituirle. Un matiz muy importante. Creo, honestamente, que ha sido utilizado por el cuerpo técnico para señalar carencias o mostrar debilidades. Creo que no se ha protegido al jugador y se ha desnudado parte de las carencias sin querer vestirlas.
Teniendo a Roberto Corral en las opciones de juego, ‘señalar’ a Fede Barba para potenciarle a él me hubiera parecido lógico y, en parte, natural. ‘Sentenciar’ al italiano para, después, no utilizar al canterano y sacar de puesto a otro jugador, no tiene sentido y habla de que se han acelerado las decisiones en el cuerpo técnico. Ahora se quiere ver trabajar y evolucionar a Corral en las sesiones del primer equipo cuando ese paso pudo darlo mucho antes. En el momento en el que Sergio vio tan claro como dice que Fede Barba no era lateral, se debía haber invitado al vallisoletano a dar un paso. Si en la derrota (2-0) ante el Villarreal CF en el mes de septiembre ya se dio cuenta, Corral ha dado el paso tarde. Muy tarde.