La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los partidos, en frío

El escollo del Camp Nou se quedó en un mero trámite

Tras la victoria (2-0) ante la Sociedad Deportiva Éibar, el Real Valladolid llegaba al Camp Nou con la opción de mostrar su mejor versión. Los de Sergio visitaban a los de Ernesto Valverde sin elevada exigencia y sin una presión clasificatoria alta. Los contextos del partido favorecían para ver al mejor Pucela pero el duelo, dejando a un lado la fuerza y la calidad de Leo Messi, mostró a un equipo que preso de la complejidad del partido rebló con facilidad para hacer de su viaje a Barcelona un trámite con ciertas excusas y algunas realidades.

Condicionantes y contextos
Visitar el Camp Nou siempre es difícil. Para el Real Valladolid y para cualquier otro equipo. En esta ocasión no era diferente y el equipo de Sergio González viajó a Barcelona sabiendo los condicionantes y contextos del partido. Estos no sólo eran por parte del equipo culé sino, también, por el bando vallisoletano. Hablar de este partido es hacerlo, innegablemente, de la suspensión del encuentro anterior de los catalanes. El aplazamiento hizo que afrontaran el partido de una forma diferente al Real Valladolid.

Éste, tras el esfuerzo del duelo ante la Sociedad Deportiva Éibar, llegaba al Camp Nou con una buena dosis de adrenalina. La inercia del equipo pucelano era excelente y la mejor para afrontar el duelo con la fuerza y la creencia que se debe tener en un estadio y ante un rival como estos. Se podía pedir la mejor versión blanquivioleta porque el equipo no tenía nada que perder y sí mucho que ganar. En el contexto social y anímico, el Real Valladolid podía pedir lo máximo. En el futbolístico, también.

Tristemente, todos esos condicionantes positivos del duelo fueron devorados y no sólo por el acierto culé. La calidad de Leo Messi marcó el duelo pero, también, la respuesta pucelana. Si es cierto que pudieron hacer frente al primer tanto culé, los de Sergio se quedaron sin una nueva respuesta al gol de Arturo Vidal. Sin capacidad para leer ni responder al avance del partido, los pucelanos se olvidaron de la complejidad del escollo del Camp Nou para asumir que el duelo era un mero trámite.

Sin respuestas
Sin ideas futbolísticas tras el 2-1, en la segunda parte aparecieron las excusas. Los condicionantes y los contextos eran secundarios porque el cansancio se convirtió en el único motivo para justificar la pobre versión del equipo. En ella, el Real Valladolid quiso justificarse porque sabía que el partido era complejo por los contextos y condicionantes previos pero la gran realidad es que demasiado pronto bajó los brazos.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte