Pedro Porro es una de las mayores expectaciones que tiene el Real Valladolid para la temporada 2019/2020. Su estatus de jugador del Manchester City y su realidad con la selección sub21 de España elevan los análisis sobre un gran jugador pero un futbolista con mucho margen de mejora y asentamiento. Su rendimiento, su juego exterior y sus ‘problemas’ defensivos son el debate principal del mundo blanquivioleta tras su primera titularidad como lateral. Las opciones de crecimiento del extremeño son altísimas pero analizando y entendiendo desde dónde, cómo y por cuánto. Preguntas que marcan su realidad y futuro a corto plazo.
Preguntas y respuestas
Creyendo que un entrenador y un director deportivo siempre deben dar respuesta a múltiples preguntas que susciten sus propuestas, la situación de Pedro Porro lleva a hacerse varias cuestiones relevantes. Hablar del ‘2’ pucelano es hacerlo de un jugador que, actualmente, es por término ‘carrilero’. Evolucionó hacia atrás en el campo para dejar de ser ese extremo goleador que terminó juveniles y que debutó en Segunda división B con tres tantos en apenas 90 minutos. Aquellas dianas no fueron las de un jugador puramente de banda sino de un futbolista que vive muy bien en el área rival.
De la mano de Eusebio Sacristán, un preparador de mucha propuesta ofensiva, Pedro Porro se sintió cómodo retrasando sólo unos metros su posición. Partiendo desde 15 ó 20 pasos más atrás Pedro Porro rindió. El objetivo era similar. Tenía que mirar mucho en variante ofensiva y relativamente poco en lo defensivo. Estaba bien cubierto. Esa aclimatación fue ‘sencilla’. Con la importante salvedad de la categoría, Porro rindió desde el primer día. Tenía hechuras de jugador exterior pero, posiblemente, no para lateral. Era un proyecto de jugador y el Girona FC lo quiso cuidar. Le protegieron. Querían explotar sus virtudes y tapar sus limitaciones. Se aclimató, rindió y explotó. Ahora está en el Real Valladolid para dar un giro más a su demarcación ya que debe retrasar aún más la posición y, ante todo, cambiar su mentalidad. Ya no es una cuestión de dónde sino de cómo. El cambio de actuación es vital. Actúa mucho más atrás que hace 15 meses y con mucha más vigilancia en la zona defensiva. Debe crecer, necesita mejorar y tiene aún que encontrar su asentamiento definitivo.
Todos necesitan aclimatación
Por ello, y asumiendo que Pedro Porro ha llegado al Real Valladolid para ser lateral derecho, Sergio y Miguel Ángel Gómez deben cuestionar cómo deben explotar su mejor versión, desde dónde y por cuánto tiempo deben trabajar esa aclimatación. Acumulando minutos de extremo para hacerse al cambio de sistema que está viviendo y alternando la posición en relación al planteamiento de Sergio, Pedro Porro terminará la temporada de cesión en el Estadio José Zorrilla sabiendo cuándo y cómo debe aparecer en ataque. Un lateral, por muy ofensivo que sea, siempre va a ser un defensa y sus actuaciones deben ser de aparición y no de presencia, un detalle que Pedro Porro debe conocer, al igual que ciertos conceptos defensivos que desconoce porque nunca los ha trabajado y nunca se le han pedido. Todo porque antes de llegar a Valladolid jugaba en otros puestos. De banda, sí, pero no de lateral.