Fede San Emeterio debutó con el Real Valladolid y en Primera división este sábado. Lo hizo en el valioso empate (1-1) pucelano en el Estadio Santiago Bernabéu y dejando unas credenciales muy destacadas. Lo más positivo del estreno del centrocampista cántabro no fueron sólo los números y sensaciones dejadas sino las cualidades tan necesarias que tiene para el estilo de juego y la propuesta de Sergio González. Partiendo, en la base, como el tercer centrocampista para los esquemas del entrenador catalán, el debut en la élite confirma que el ex del Granada CF es el jugador perfecto para el centro del campo vallisoletano.
Evolución constante
Los dos primeros partidos del Real Valladolid me tienen sorprendido, sinceramente. Tras la salvación de la temporada pasada tenía muy claro que el equipo iba a dar un paso al frente o a la evolución en su propuesta y estilo. Con la total seguridad de que el segundo año siempre es más complicado que el primero para un equipo que llega de Segunda división porque se le va a pedir ‘más’ y ‘mejor’, los dos primeros encuentros han demostrado y confirmado la personalidad de Sergio González.
Obviamente, y tras escuchar de su boca, que el equipo no es el mismo el año pasado y que las posibilidades han crecido, el equipo dará un paso al frente durante su tercera temporada en Zorrilla. Buscará ser más protagonista y, muy posiblemente, dará algún retoque a su modelo de juego. Con todo, el equipo será otro con el avance de la temporada pero, ahora, es el mismo de la temporada pasada. El Real Valladolid quiere ser fuerte en su campo y desde el orden que genere en él encontrar presencia en ataque y en las inmediaciones del área rival.
La evolución del equipo se va a sustentar en los mismos patrones de la temporada pasada y para ellos es determinante Fede San Emeterio, uno de los nuevos. El cántabro, que debutó en Primera división este sábado, es el centrocampista perfecto para la propuesta que dispone Sergio González. El míster, obsesionado por el orden y el equilibrio en el juego, ha obtenido y ya ha visto rendir en competición oficial a un jugador con dotes de liderazgo, fuerza con el balón y brillantes conceptos defensivos.
Enamorados con sus números
La presentación futbolística del jugador habla de un centrocampista incansable en el terreno de juego que termina siendo brillante por las cifras. Verlo jugar es el gusto por el trabajo constante. Esa sensación de derroche y esfuerzo terminan de satisfacer cuando se conocen las cifras de su partido. Así ocurrió ante el Real Madrid. El desgaste e implicación defensiva dejaban su estreno en notable pero pronto pasó a ser de sobresaliente cuando se vio la brillantez de su encuentro con balón.
La seguridad sin la posesión y el criterio que, después, tiene con el balón gustan a cualquier entrenador pero más a uno como Sergio González. La idea del preparador catalán pasa por ser ordenado pero exigir al equipo en saber qué hacer cuando recupera el balón y debe construir. El primer pase para la transición ofensiva es crucial y San Emeterio demostró en su primer encuentro oficial que lo tiene. Por ello, el debut le deja ya como un jugador perfecto para el estilo del actual Real Valladolid y, sobre todo, de su entrenador.