Con Kiko Olivas, Joaquín Fernández y Fernando Calero en el equipo, el Real Valladolid ha insistido y, finalmente, conseguido la llegada de Javi Sánchez. El central del Real Madrid llega cedido al Estadio José Zorrilla para reforzar, detallar y potenciar la zona defensiva del equipo. Pese a que ésta fue el mayor baluarte del equipo durante la pasada temporada, la llegada del madrileño potencia el eje de la zaga y, de paso, la cubre ante posibles sorpresas y movimientos de última hora. Con Fernando Calero en el mercado, Sergio se cubre las espaldas en su nueva confirmación de que no escatima en seguridad ni debilita su equilibrio.
Enorme potencial
Finalizada la temporada 2018/2019 y con el Real Valladolid en Primera división, desde muchos frentes del Club se habló de la necesidad de reforzar el frente ofensivo. Firmar delanteros y jugadores de ataque diferenciales era una exigencia para el entorno pero la entidad ha querido mirar todo con mucho sosiego y tranquilidad. Pese al cambio que se le quiere dar al equipo y el paso al frente que se busca, la seguridad defensiva sigue siendo la prioridad absoluta para el equipo de Sergio González y para el propio entrenador.
Pese a la llegada de Sandro Ramírez, la presencia de un Enes Ünal más maduro y la continuidad de Sergi Guardiola, la temporada 2019/2020 debe tener un Pucela que firme partidos de marcadores bajos. Para el estilo de juego de Sergio éste es un rasgo capital y es por ello que no ha escatimado en reforzar la defensa y, sobre todo, la zona interior del juego. Pese a contar con tres jugadores que pueden ser titulares en Primera, el Club no ha descartado la oportunidad de incorporar a un jugador con Javi Sánchez.
Este defensa central madrileño de 22 años llega al Real Valladolid maduro y tras cerrar su etapa en el Real Madrid Castilla. Cerrada una fase muy importante de su crecimiento y carrera y sin hueco en la primera plantilla, los blancos y los blanquivioleta han acordado el préstamo del getafense por una campaña, aquélla en la que el futbolista debe dar un salto para confirmar el potencial que le he detectado Miguel Ángel Gómez.
Solvencia con el balón y contundente y expeditivo sin él son dos de las grandes cualidades del nuevo jugador blanquivioleta. Pese a su juventud y contar con sólo cinco partidos en el mundo profesional, Javi Sánchez es un jugador maduro. Necesita nuevos retos, exigencias y horizontes. Sentirse un jugador de Primera, no tener ganado el puesto, partir en desventaja con sus compañeros y salir de casa son cambios que el jugador vivirá esta temporada y que hacen de su cesión un importante reto.
Innegociable seguridad
Javi Sánchez no quería vivir acomodado. Necesita dar un plus a sus conceptos defensivos. Debe bregarse y entrenarse para la élite y el Real Valladolid es un buen lugar. Con el puesto bien cubierto, la opción de reforzarlo y detallarlo ha convencido a la dirección deportiva y el cuerpo técnico. Pese a los números del equipo la pasada temporada, el Pucela necesita mejorar la zona interior de su juego.
Con Fede San Emeterio como gran incorporación para la zona central, Javi Sánchez no llega sólo para cubrir una hipotética salida de Fernando Calero sino para reforzar uno de los pilares del modelo de juego de Sergio González. Con la imperiosa necesidad de ser seguros en conceptos defensivos, un cuarto central mejora las prestaciones de un equipo que, semana a semana de pretemporada, sigue demostrando que sus rasgos y cualidades serán similares a los de la temporada pasada.
Para que el reformado frente ofensivo pueda tener su peso y margen de error, desde la retaguardia se debe ofrecer seguridad, consistencia y alternativas, muchos de los condicionantes que tuvo la temporada pasada la defensa del Real Valladolid y que consigue elevar tras la llegada del capitán del Real Madrid Castilla.
