Real Valladolid 1 – 1 Real Sociedad | Más allá del VAR hubo un partido
Obviamente, el protagonista del partido fue el árbitro y el uso del VAR. Alberola Rojas anuló un gol de Kiko Olivas en el tramo final del encuentro que pudo dar la victoria al equipo blanquivioleta. Sin duda, la anulación del tanto marca la actuación pucelana ante el equipo vasco pero más allá de él hay un partido, unos detalles y unos errores que condenan la propuesta blanquivioleta. Cerca de la victoria, por merecimientos y creación de ocasiones, quitando el gol anulado, fueron los visitantes los que tuvieron la ocasión más clara en un partido al que el Pucela le pudo pasar lo que él consiguió en Éibar.
Cerca de ganar; cerca de perder
Considero que el resumen más sincero sobre el partido del Real Valladolid ante la Real Sociedad es que el VAR no le dejó ganar el partido, tras anularle el gol de Kiko Olivas, pero que fue el propio Pucela el que pudo perder el partido por el videoarbitraje. De la misma forma que la acción del penalti a Óscar Plano en el Estadio de Ipurúa desconcentró a los armeros, la acción del gol anulado desesperó a los blanquivioleta este domingo.
La impotencia por la acción anulada sacó del partido a los pucelanos, que vivieron un tramo final de partido de desesperación. Pocas dudas existen de que en un duelo de cinco o diez minutos más, la Real Sociedad hubiera generado ocasiones y sensaciones de peligro para llevarse con solvencia el partido. El VAR privó al Pucela de ganar pero, después, la gestión del equipo pudo costar una derrota que hubiera sido durísima.
La ocasión que la Real Sociedad marra en el tiempo de añadido pudo ser un golpe durísimo para un Real Valladolid que firmó un partido justo de propuesta y solidez y con muchos altibajos. Tras la victoria (2-1) en Éibar era el momento de ver la mejor versión pucelana. Llegaba el momento de presenciar ese punto de inflexión del que tantas veces se ha hablado esta temporada. Los de Sergio necesitaban un “gol de fortuna” como el de Ipurúa para confirmar su camino pero éste no llegó porque ciertos detalles del juego no sonrieron y porque otros no tuvieron la respuesta que merecía la situación.
Débil personalidad
Honestamente, tras importante victoria de Éibar, me esperaba ver a un Real Valladolid dominador, contundente y con personalidad pero el paso al frente no llegó y, posiblemente, no llegará como se esperaba y deseaba porque el tanto anulado a Kiko Olivas devuelve al Real Valladolid a las dudas sobre el VAR y a la poca consistencia sobre el campo. Debilitado por muchos detalles, la fortaleza blanquivioleta no llega ante los problemas del rival. El Pucela sigue lastrado por sus propios errores pero no se ve reforzado por los del rival.