La linterna de Velasco

La linterna de Ángel Velasco, desde el 20 de febrero de 2007 informando y opinando sobre el Real Valladolid

Los partidos, en frío

La ‘muerte’ está cerca con estas individualidades

Real Valladolid 1 – 4 Real Madrid | Es imposible ser creíble mostrando dos caras

Para salir de una situación como la que vive el Real Valladolid es importante y trascendental ser seguro, fiable y resgular. Por ello, el duelo ante el Real Madrid lleva a pocos análisis positivos. Es cierto que la primera media hora de juego es excelsa pero el cambio tan brusco entre ella y la última hora imposibilitan ver al equipo de Sergio como un equipo fiable para salir de la dura dinámica. Parece inviable porque las dos caras mostradas llevan a la peor versión, aquélla que muere por el egoísmo de las individualidades.

· La CRÓNICA de la derrota (1-4) ante el Real Madrid, para ElDesmarque Valladolid ·

Nacho Martínez se lamenta tras el pitido final de la visita del Real Madrid a Zorrilla | Foto: LaLiga

Incomprensibles individualidades
Siempre he pensado, y alguna vez lo que he expresado en estas líneas, que, por mucho que se diga, el fútbol es un deporte individual. Cada jugador busca su rendimiento, su éxito y su triunfo. Siempre se ha dicho que el futbolista es egoísta y lo es en todo su esplendor, como se pudo ver en la última hora de juego del Real Valladolid ante el Real Madrid. Tras el fuerte inicio del equipo de Sergio, con acciones contragolpeadoras, acciones de transición muy buenas y una excelente conexión entre líneas, el equipo se derrumbó.

Es cierto que superar todo lo vivido en esos primeros 30 minutos, con dos goles anulados y un penalti fallado, no es sencillo pero tras el empate del Real Madrid, los pucelanos se quedaron sin respuestas a nivel grupal y apareció la peor versión de un equipo, aquél en el que sus jugadores creen que pueden solventar todos los problemas grupales desde su propia versión y propuesta. De esta forma, el Real Valladolid murió ante el Real Madrid por sus individualidades y no sólo por la pérdida de las batallas particulares a las que obliga el fútbol.

El penalti de Óscar Plano, finalizaciones rápidas e innecesarias desde lugares imposibles, salidas de balón en conducción inertes… La última hora de juego del Pucela no fue nada buena pero la segunda parte y, sobre todo, los últimos 40 minutos muestran un equipo que muere y se desangra por el egoísmo o la autosuficiencia de sus jugadores. Sergio ha confirmado en muchas ocasiones que la fortaleza del equipo es el grupo pero, en esta ocasión, no existió y la versión individualista del fútbol se vio en todo su riqueza en la segunda parte, la que debilita y rompe la creencia en un equipo que firmó un inicio de partido ilusionante.

El discurso no cala
Tristemente, el equipo está roto y es así, como siempre, por un problema futbolístico y mental. Desde el contexto del juego y el análisis del estado futbolístico del Real Valladolid, la situación es preocupante y, obviamente, señala a Sergio González. Como he asegurado en  las dos últimas semanas en el videoblog de ElDesmarque Valladolid, el discurso del entrenador parece ya no ser tan convincente o comprado por el equipo como antes. Los resultado son acompañan y la muestra del último partido habla de un equipo que va por dinámicas individuales, todo lo contrario de lo que busca un entrenador. Un gesto claro de que el discurso ya no cala.

𝟭𝟵𝟴𝟴. 𝘗𝘦𝘳𝘪𝘰𝘥𝘪𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘱𝘰𝘳𝘵𝘪𝘷𝘰 𝘺 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦𝘯𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘜𝘌𝘍𝘈 𝘗𝘙𝘖. Creo que en el fútbol todo tiene el término apropiado y un porqué obligatorio. Por ello, desde 2007 llevo entrenando equipos y escribiendo sobre cómo entiendo este deporte