La defensa de cinco jugadores propuesta en el Camp Nou es una opción de juego que, en la base, eliminaría muchas limitaciones de juego del Real Valladolid

La derrota (1-0) ante el Fútbol Club Barcelona dejó en muchos sectores del Real Valladolid una buena sensación. El marcador era asumible para la entidad pero, en frío, el partido dejaba más el regusto de una oportunidad perdida que de satisfacción completa. El poco acierto del equipo culé y la poca fluidez de su juego mostraron un camino que los de Sergio no pudieron asumir. Con todo, la oportunidad queda atrás pero el duelo deja una buena noticia. Una oportunidad única para frenar las carencias del equipo y potenciar las fortalezas de un grupo poco convencido de todas las variantes de juego que posee.

Un encuentro trascendental
El Real Valladolid juega este domingo un partido muy importante ante el Real Betis y el entorno aún no sabe qué sistema utilizará Sergio González. El entrenador catalán tiene definido el plan de juego ante el equipo de Quique Setién pero no lo quiso comentar en la rueda de prensa previa. El míster no confirmó que volverá al esquema base, como parece que hará para no repetir con la formación de cinco defensas y dos delanteros del Camp Nou.

El dibujo utilizado en el encuentro ante los de Ernesto Valverde puede estar enmarcado sólo para ese duelo pero la realidad habla de las variantes que ofrece el sistema de cinco defensas y que tanto podrían liberar al Real Valladolid en acciones ofensivas, pudiendo llegar a potenciar todas las necesidades de mejora que tiene el equipo.

Definido este equipo con un estilo contragolpeador, la opción de jugar con dos jugadores liberados de cierto trabajo defensivo ayuda a las transiciones. Con una línea de cuatro, la acción ofensiva y el desdoblamiento de un lateral obligan a que el lateral contrario mantenga una actitud casi posicional. Con cinco jugadores atrás, no. La libertad ofensiva para los carrileros es casi total y el equipo gana en presencia ofensiva. Pese a perder numéricamente a un jugador, el equipo puede ganar en presencia exterior.

Es posible que se llegue menos por fuera pero, en realidad, se llega mejor y con más fuerza. Menos ocasiones pero más fuertes y convincentes. De igual forma, este sistema lleva o, al menos, llevó en el Camp Nou a jugar con dos delanteros puros. En Barcelona fueron Enes Ünal y Sergi Guardiola. Esta pareja, interesante en todas sus opciones y expectativas, generará mucha mayor presencia en área. A este Real Valladolid le falta contundencia en ambas áreas y con dos puntas tendría presencia en la zona de ataque.

Áreas y transiciones
De igual forma puede ocurrir en la retaguardia. Jugar con este esquema invita a ver a Joaquín Fernández. El almeriense ha rendido con fuerza en todas las oportunidades que ha tenido. Queriendo potenciar el buen momento del jugador, como Sergio asegura, el ‘2’ debe ser titular. Viendo inviable la opción de sentar a Kiko Olivas o Fernando Calero, este Real Valladolid pide ahora jugar con tres defensas. Tres jugadores férreos, seguros y contundentes, como el andaluz ha demostrado en sus minutos.

Joaquín da un plus de verticalidad y dominio de las transiciones que en este Pucela deben dar, en otro sentido, Óscar Plano o Daniele Verde en la mediapunta. Recuperando esa demarcación, el Real Valladolid podría ganar presencia en el último cuarto, dominio del balón en zona de peligro y calidad para el último pase. En definitiva, con todas estas credenciales, Sergio González pude ver que la propuesta del Camp Nou, ejecutada muy bien a rasgos generales, tiene recorrido. Todo para curar muchas de las carencias que muestra el equipo para marcar pero, sobre todo, para adaptarse al fútbol ‘moderno’ y crear ocasiones de peligro y calidad.