Con la llegada de Pablo Hervías, el Real Valladolid cierra el juego exterior y se olvida de cerrar un lateral derecho, una gran necesidad para el proyecto blanquivioleta
Avanza el mercado de fichajes y el Real Valladolid necesita fichajes deportivos y sociales, como aseguré la semana pasada en ElDesmarque Valladolid. Con la situación que se vive en el seno del Estadio José Zorrilla, un jugador como Pablo Hervías es determinante. El éxito deportivo de la temporada pasada le convierte en un fichaje social y ambiental. Su regreso reduce la tensión que se pueda producir ante posibles resultados pero, deportivamente, el equipo de Sergio González hubiera necesitado más una incorporación defensiva para detallar el lateral derecho. Con el rendimiento de Antoñito Regal como extremo, el carril del ‘2’ hubiera sido, personalmente, la zona prioritaria para detallar el juego exterior del equipo.
El equilibrio ofensivo de Antoñito
Viendo la rueda de prensa de presentación de Pablo Hervías y escuchando sus primeras palabras tras regresar al Real Valladolid es imposible no querer su presencia en el Estadio José Zorrilla. Es un jugador que siente el equipo y el proyecto y activos así nunca sobran. De igual forma que otros jugadores de la plantilla, como Antoñito Regal. Siempre pensé que el ‘18’ sería un activo determinante para el equipo durante esta temporada.
Tenía claro que el andaluz sería importante, como así lo está siendo pero fuera de la posición en la que destacó la pasada temporada. Antoñito, en Primera, es más extremo que lateral y en funciones ofensivas consigue dotar al equipo de un equilibrio que ningún otro jugador sabe hacer por el costado. Ni Keko Gontán, ni por supuesto, Leo Suárez o Daniele Verde, opciones utilizadas en esa posición. Con el mal llamado ‘doble lateral’, el Real Valladolid es seguro y fiable. Comete pocos errores y saca partido a las concesiones del rival.
Con todo ello, la presencia de Antoñito como opción para el extremo resulta muy interesante. Su aportación ahí es vital y, por ello, jugando a ser director deportivo, yo hubiera fichado un lateral derecho en este mercado invernal. Desechando esta opción en el Club y cerrando cualquier opción con la llegada de Pablo Hervías, reforzar el carril del ‘2’ me hubiera parecido más sensato. Futbolísticamente era más necesario para el equipo.
Sabiendo que el Real Valladolid ya se ha definido como un equipo contragolpeador y con un repliegue casi intensivo, la zona defensiva necesita retoques. Es un conjunto que vive mucho tiempo en campo propio y que defiende con las líneas juntas y muy cerca del área de Jordi Masip. Aportar frescura, determinación y savia nueva en la parcela defensiva podría haber resultado una medicina atractiva para un equipo que sólo se centra en reforzar el ataque pero que necesita mantener la competitividad en campo propio, la zona donde más tiempo vive el equipo de Sergio González. Aunque no sea tan atractivo ni social, sí era necesario.