En la segunda crisis de juego del Real Valladolid en esta temporada, la ausencia de Anuar es una de las primeras y principales soluciones que debe imponer Sergio
Las debilidades del Real Valladolid en la temporada se han acrecentado en las últimas semanas después de ver que el equipo ha perdido fútbol y frescura. Con el bajo estado de forma de Míchel Herrero y Rubén Alcaraz, la variante de volver a ver a Anuar Tuhami en los esquemas ligueros de Sergio González comienza a señalarse como imperiosa necesidad. El estilo de juego del ceutí sacará al Pucela de la monotonía que vive. Los rasgos del ’23’ de conducción, transiciones y llegada al área se salen de lo habitual en este equipo y, por ello, el Real Valladolid no puede dejarle escapar ni un partido más. El equipo necesita recuperar ya a Anuar.
Innegable pérdida de fútbol del equipo
El Real Valladolid tiene varios problemas. La situación clasificatoria, sin ser alarmante, así lo marca. A la falta de gol y de creación de ocasiones del equipo de Sergio González, el Pucela está teniendo en las últimas semanas grandes deficiencias con la obtención de juego. El mal momento de los dos centrocampistas más usados por el equipo pero, sobre todo, de Míchel Herrero, está llevando al equipo blanquivioleta a una considerable mediocridad del juego. El Real Valladolid muestra debilidades para llegar al área con balón.
Los rivales conocen las armas del equipo de Sergio y taponan muchas de sus salidas. Bloqueada la influencia del juego de Alcaraz y Míchel, con su juego combinativo y de desmarques, sobre todo en el caso del ’14’, el Real Valladolid se queda limitado al plan B, aquél que ahora habla de centros laterales para potenciar la segunda jugada. Así se gestó el empate (1-1) ante el Athletic Club y así se buscó la igualada ante el Rayo Vallecano.
Las alternativas actuales del Real Valladolid pasan por puntualizar el esquema pero hacerlo con los mismos jugadores. Siendo indiscutible la pareja de centrocampistas, el Pucela se está convirtiendo en un equipo sin el fútbol que llegó a mostrar en los meses de octubre y noviembre. Más allá de resultados, en esas semanas los pucelanos sabían cómo atacar al rival. Ahora, no. Sin ideas ni profundidad la primera obligación del equipo es mirar al banquillo y ver las opciones que éste ofrece. En él está Anuar Tuhami que, no debiendo ser la solución de todos estos problemas, sí puede ser una brillante alternativa para cambiar el juego del equipo.
Otro jugador; otra variante
Hablar de Míchel y Alcaraz es hacerlo de un tipo de jugador muy similar. El estilo de ambos es el mismo. Juego combinativo, de mucho pase, llegada desde atrás y segunda jugada. Es un centrocampista muy diferente a Anuar. El ceutí es un jugador de metros, no de posición; de conducción y no de pase; de transición y no de dominio. En definitiva, el ‘23’ es diferente, un futbolista casi anárquico por momentos que imprime ritmo al juego pucelano y llegada al área rival con balón dominado.
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Ante los problemas del Real Valladolid con la salida de balón, el canterano pucelano se convierte en una novedosa pero necesaria vía secundaria para llegar a zonas de peligro. Con todo ello parece incomprensible el rol que ha adoptado en los últimos meses. Independientemente de que Borja haya tenido más minutos que él por circunstancias de partidos, el joven jugador no suma minutos desde la novena jornada liguera, dejando a un lado su aportación testimonial en la victoria (1-2) en San Sebastián.
Con todo, y ante la necesidad del Real Valladolid de frenar la caída de juego que está teniendo el equipo en las últimas semanas, la opción de volver a ver a Anuar en el terreno de juego en un contexto liguero parece capital para dejar de ver un Real Valladolid previsible, apagado y sin variantes.