Son muchos los análisis sobre la situación del Real Valladolid que hablan de que el equipo tendría una situación más privilegiada de contar con un ‘9’ «goleador». Con un plus anotador de la referencia, los de Sergio González podrían tocar, incluso, la salvación matemática, o al menos eso se entiende. Sin Enes Ünal, el Real Valladolid tendría más puntos. Ésta es una opinión compartida por un alto porcentaje del entorno blanquivioleta en una idea que no compro y que nunca comprenderé. Sin ignorar el estilo de juego del equipo y todo lo que aporta el turco a éste, el Real Valladolid está con el 50% de la salvación en el bolsillo pero, sobre todo, con una estructura básica en la que el futbolista es determinante y con la que el Pucela es seguro.
Ansiedad y exceso de celo… del entorno
El mundo del fútbol es muy sencillo. Tanto como para saber que todo lo que puede venir ya lo has vivido. Sea del contexto que sea. Ahora mismo el Real Valladolid está en un momento crucial, de su temporada y de su proyecto. Con 21 puntos en 17 partidos, cifra inesperada, el entorno blanquivioleta necesita una dosis de humildad y realismo. Después de cuatro temporadas en Segunda división y sin llegar a la media tras el regreso, el entorno blanquivioleta pide más. Todo le sabe a poco. El Pucela se está empezando a convertir en ese equipo, que tras dos temporadas en la élite, menosprecia el objetivo de la salvación.
Diferenciando la ambición de la irrealidad, detalles marcados por una delgada línea, se exige más al Real Valladolid y, por supuesto, se pide una evolución al equipo en el contexto ofensivo. Los de Sergio González deben generar más, primero, para así poder marcar más. Necesitando los registros de los goles, el Pucela parece que se tiene que centrar en las próximas semanas en fichar un ‘9’, no referencia, sino «goleador». Supuestamente, el Real Valladolid debe firmar durante el mes de enero a un delantero que asegure un buen promedio de goles para subsanar muchos de los problemas vallisoletanos de cara a gol y, por consiguiente, para mejorar el rendimiento de Enes Ünal, tan criticado como menospreciado en el éxito de este Pucela.
¡Maldito Jaime Mata!
Antes de cerrar el año 2018 he querido extender unas líneas sobre el delantero del Real Valladolid provocado por el cruce de tweets de los últimos días sobre todo lo que engloba al delantero blanquivioleta. Iniciando esta reflexión por asegurar que no compro ningún argumento en el momento en el que se cita a Jaime Mata, puedo continuar por recordar muchos detalles y contextos ya mencionados en estas líneas. Con todo, la comparación con el delantero del Getafe CF es innecesaria.
El modelo de juego del Real Valladolid es otro al de la temporada pasada. El esquema que utiliza, también. En términos de metodología, los principios y los subprincipios del modelo de juego nada tienen que ver con el de Segunda. Los delanteros los sufren pero la exigencia es aquella que marcó un equipo con un alto porcentaje de visión ofensiva y en otra categoría. A este Pucela se le pide lo mismo que ofreció la temporada pasada.
Variando totalmente el juego y profundizando en la idea de fútbol de Sergio González, el actual Real Valladolid es muy diferente. Matizando aún el esquema de juego de esta temporada, buscando mejorar en acciones determinantes para el juego ofensivo y detectando el nacimiento de los problemas ofensivos del equipo, Enes Ünal es parte determinante del éxito blanquivioleta hasta la fecha. El Real Valladolid puede mejorar mucho, ojalá lo haga, pero el turco es pieza determinante de la manta pucelana. El equilibrio que está haciendo fiable al Pucela y que le ha llevado ya a firmar 21 puntos es, en gran parte, firma del turco. El punto de equilibrio de un equipo que pide no mirar a los datos del pasado y de otra categoría ya que en ellos puede estar el principio del final de un Pucela consecuente, equilibrado y seguro, donde todos suman para un mismos objetivos y ninguno para un registro goleador individual.