Real Valladolid 0 – 0 SD Éibar | Dosis de realidad para el mundo blanquivioleta
El regreso de José Luis Mendilibar al Estadio José Zorrilla dejó dos ‘partidos’ en lo que al Real Valladolid se refiere. Sobre el terreno de juego se vio a un Pucela superado en muchas fases del partido. Los armeros fueron mejores hasta que se quedaron en inferioridad. Sólo en ese momento pudieron acercarse con superioridad a la meta rival. Los pucelanos nunca dejaron sensación de poder ganar los tres puntos pero sí de perderlos, algo que enfadó a un Sergio González que firmó una soberbia comparecencia tras el partido. En ella, el Real Valladolid ‘ganó’ y sumó credenciales para el futuro. El halago tras el buen partido en el Estadio Santiago Bernabéu debilitó a un Pucela que, en la actuación de su entrenador, exigió humildad.
· La CRÓNICA del empate (0-0) ante la SD Éibar, para ElDesmarque Valladolid ·
Inmerecido empate
El punto sumado es bueno. Muy bueno. Lo es desde el análisis de que ante la Sociedad Deportiva Éibar se vio al peor Real Valladolid de la temporada. Equilibrando ese concepto de ‘peor’ con el de ‘superado’, este sábado en el Estadio José Zorrilla se vio a un Pucela desconocido hasta la fecha. Sin casi argumentos con balón, el equipo tuvo más espacios entre líneas que de costumbre, se abrió en exceso y se convirtió en un conjunto vulnerable. No fue un Real Valladolid consistente ni reconocible.
José Luis Mendilibar le ganó la batalla a Sergio González. El planteamiento del vasco se impuso al del catalán y el partido se jugó más dentro de los objetivos del equipo armero que de los pucelanos. La sensación de peligro fue vasca y las ocasiones, también. El Real Valladolid no pudo mandar en el partido, casi ni en superioridad numérica, y tuvo que dar por bueno el empate. La buena racha del equipo en semanas atrás deja la igualada como buena. Con ella se llega a 17 puntos y el Real Valladolid sigue sumando en un fin de semana que dejará para el recuerdo la comparecencia de Sergio González.
Si bien en el juego los pucelanos sumaron un punto, en la comparecencia de Sergio, sumaron tres. En la motivación, la autocrítica y la exigencia, los blanquivioleta sumaron una importante victoria. El aviso a navegantes del entrenador barcelonés será recordado en el seno blanquivioleta. Saber digerir el éxito puede ser uno de los problemas del Real Valladolid. Los grandes elogios al equipo tras la derrota (2-0) ante el Real Madrid pudieron debilitar a un grupo que se vio apretado, exigido y criticado por su entrenador tras el partido.
Una nueva realidad
En la batalla individual de ser mejor cada semana, el Real Valladolid dio un paso atrás en la visita de la Sociedad Deportiva Éibar. El equipo no fue él. No tuvo argumentos, careció de respuestas y adoleció de humildad. Tras una semana de grandes elogios, la plantilla pucelana afrontó el partido unos centímetros por encima el suelo y el resultado, dentro de ser positivo, debe ser un importante toque de atención. Con un inmerecido punto sobre el terreno de juego pero una victoria y una dosis de realidad en la sala de prensa, la visita armera debe resetear ciertos detalles vallisoletanos.