La continuidad de Sergio González supone un paso a la tranquilidad y el confort que el Real Valladolid busca pero que no consigue tras no conseguir marcar ni un gol
13 de septiembre de 2018 | «El mayor éxito conseguido por Sergio González»
El Real Valladolid y su entorno están muy preocupados porque el equipo aún no ha visto puerta. Son 360 minutos en los que los jugadores pucelanos no han conseguido anotar un tanto. La preocupación es máxima porque, pese a que el trabajo defensivo del equipo es brillante, son los goles los que empujan a cualquier equipo hacia el objetivo. Sin celebraciones reales de un partido, el Club, tras la dura derrota (0-1) ante el Deportivo Alavés, anunciaba el primer tanto de la pretemporada: la renovación de Sergio González.
La confirmación de la continuidad de Sergio González (y Diego Ribera) en el Estadio José Zorrilla hasta el 30 de junio de 2020 es la confirmación del proyecto blanquivioleta y un nuevo paso hacia la estabilización de la entidad en los orígenes que llevan a creer en que este equipo puede conseguir su objetivo. Si los goles dan el empujón a cualquier equipo en sus ambiciones, la confirmación de que, pese a un inicio dubitativo, el Club, en todas sus extremidades, confía en el trabajo del cuerpo técnico, define esta situación como un espaldarazo determinante para terminar de creer, con todas las letras, en la actual idea.
En palabra de Pacheta
Es cierto que el equipo no marca pero el Club está dando pasos importantes, no para hacer goles, pero sí para transmitir tranquilidad al equipo. Esta semana, tras empatar (1-1) ante el Real Club Deportivo Mallorca, Pacheta, entrenador del Elche CF, analizaba el punto sumado desde la positividad pero, también, desde la exigencia de conseguir que la tranquilidad en el juego que su equipo no tenía pero que el rival, sí.
Esa idea sosegada y tranquila del equipo de Vicente Moreno le sirvió para, en desigualdad de merecimientos y creación de ocasiones, sumar un nuevo punto en su casillero. Los primeros resultados del equipo balear han sido buenos y, estos, han generado confianza en el grupo. Las primeras sensaciones en el fútbol, como en la vida, son determinantes y el Real Club Deportivo Mallorca las tiene. El Elche CF, no. De momento, no. Pelear por tenerlas, y las merece, pero le cuesta confirmarlas.
El burgalés pedía una victoria para generar ese confort en el juego. El Real Valladolid, por su parte, ha optado por otra idea. Quiere tranquilidad, confianza y seguridad en el vestuario para que ese poso y bienestar se transmita en el juego. El entrenador ilicitano lo quiere al revés. Del juego a la tranquilidad. El Pucela, todo lo contrario. De la tranquilidad, al éxito. La renovación de Óscar Plano fue una buena pista para seguir este comino. La renovación de Sergio, la confirmación que todos esperábamos.